Los resultados de las elecciones europeas del pasado 25 de mayo significaron el fracaso del Partido Socialista Búlgaro, con cuyo mandado se formó el gobierno actual, y así, a pesar de los pronósticos de la mayoría de agencias demoscópicas, se recrudeció la precariedad política en Bulgaria. La fuerza política más importante en Bulgaria, el opositor partido GERB no sólo que triunfó, sino que consiguió una acentuada  delantera, de un 12%, frente a los resultados del Partido Socialista, para vergüenza de gran número de sociólogos que vaticinaban al menos una paridad entre las dos fuerzas políticas más importantes en este país. Retornaron al escenario las antiguas fuerzas de la derecha en la persona del Bloque Reformador y aparecieron también nuevos agentes políticos como “Bulgaria sin censura” y el  movimiento  ABV. También dispone de su potencial el Frente Nacional para la Salvación de Bulgaria, a diferencia del partido nacionalista Ataka cuya influencia se va reduciendo a pesar de tener papel clave para la supervivencia del Parlamento. La coalición gobernante, carece, en la práctica, de respaldo electoral suficiente para  seguir gobernando. La cuestión que cabe a estas alturas no es si habrá, sino cuándo se celebrarán unas elecciones parlamentarias. Lo han reclamado ya tanto desde el partido GERB, como desde todos los demás partidos con oportunidades de acceder a un Parlamento futuro. Sin embargo, ahora es de candente actualidad la cuestión de, ¿qué está pasando con los sociólogos nacionales? Según todas las normas  científicas, el error estadístico es del orden de un 3% y la “sorpresa” deparada por nuestros sociólogos  ha sido un error superior al 12%.

El destacado experto búlgaro, Mijail Konstantinov, comenta a continuación esta nueva situación: “No me agrada la nueva situación política. Sigue usándose el lenguaje del odio. Cada uno regaña a alguien. Nadie busca la culpa en sí mismo. Nadie asume  responsabilidad alguna, ni siquiera tras un contundente y sonado descalabro político. Tras el evidente fracaso de más de la mitad de las agencias  sociológicas, éstas siguen diciendo estupideces enfatizando en que, con todo, muchas de ellas han acertado. Pamplinas. No han acertado nada. Acertaron  sólo 2 a 3 de todas, el resto, no. Ya es hora de que comencemos a comportarnos normalmente, ya que, de lo contrario, no sólo a nuestros políticos, sino a todo el mundo, incluidos los sociólogos, les ocurrirán cosas desagradables”.

¿Hay  motivos para unas elecciones anticipadas?

Liutvi Mestán, jefe del Movimiento por Derechos y Libertades, partido de la coalición gobernante, ha aludido a tal posibilidad, aunque lo ha hecho en forma un tanto oblicua: “Los resultados de las elecciones europeas, de por sí, no son fundamento suficiente para reclamar elecciones parlamentarias anticipadas. Quisiera hacerles recordar a todos, tanto a los políticos como a los electores, que el año pasado, los electores nacionales otorgaron un mandato de 4 años para un gobierno a la coalición PSB y Movimiento por Derechos y Libertades, gobierno que vemos actualmente. Esto no quiere decir que no pueda ni deba haber elecciones  anticipadas. Ahora bien, ningún resultado de unas elecciones intermedias no es de por sí motivo suficiente para pedir tales elecciones. Creo que si a los gobernantes les queda aún algo de sentido común deberán considerar que este gobierno está condenado al fracaso. En el marco de un año, como máximo, deberían celebrarse elecciones anticipadas”.

El análisis matemático de las elecciones europeas pone de relieve que actualmente la coalición PSB-Movimiento por Derechos y Libertades y el partido Ataka, que la respalda, tienen menos de un 40% de representatividad. Así que, de derecho, el Parlamento es legítimo pero, de hecho, no lo es: “Si hablamos del respaldo en el momento, vemos que el partido GERB y el Bloque Reformador obtienen el respaldo de más personas que las que votaron en total por el PSB y el Movimiento por Derechos y Libertades. No está claro, por ejemplo, de qué parte son quienes votaron a  favor de “Bulgaria sin censura”. Existe, más bien, una especie de paridad. Si exactamente ahora se celebraran elecciones parlamentarias nacionales, a consecuencia de ello la confusión sería total. Con toda probabilidad accederían al Parlamento Nacional 6 partidos. Habría coaliciones imposibles, o, más bien, posibles pero carentes de principios. No creo que esto sea lo mejor. Los ánimos se han de apaciguar un poco. Hay que encaminarse hacia una fecha sensatamente elegida para elecciones parlamentarias a finales del otoño o bien incluso, aguardar que pase el invierno. Sin embargo, si el próximo invierno es duro, ¡ay!, de los gobernantes. Este año se han salvado con facilidad porque, prácticamente, no hubo invierno en Bulgaria. Pero un duro invierno próximo, de 5 a 6 meses, puede provocar que los gobernantes  no sepan a dónde  escapar. Así que tienen que sentar la cabeza y han de tomar la decisión correcta. Es que, de una forma u otra, tanto los políticos como el pueblo entero estamos todos en una misma barca. Nadie puede tomarse la libertad de abrir un hueco en un extremo de la barca para hacer daño a su adversario, ya que por tal vía de agua nos hundiremos todos”.

Versión en español por Mijail Mijailov