El ballet Arabesk presentó la obra “Trayectorias del deseo”, un espectáculo de estreno de Boyan Vodenicharov y Mila Iskrenova en el marco del Festival Internacional Semanas Musicales de Sofía y el Salón de las Artes. En entrevista que ofreció a RB el pianista Boyan Vodenicharov, a quien pertenece la idea de este espectáculo, explica cuáles fueron las obras que eligió para la coreografía de Mila Iskrenova.

Hemos de recordar que desde hace más de veinte años Boyan Vodenicharov vive en Bélgica y es profesor del Real Conservatorio en Bruselas en las especialidades de piano, instrumentos de la Antigüedad e improvisación

“La propuesta surgió en el Festival de Valonia, el mayor foro cultural de esa región de Bélgica, explica el Prof. Vodenicharov. Algún tiempo atrás los organizadores me pidieron que les ofreciera música de autoría mía. Una de mis propuestas fue mi música para un espectáculo de ballet. Incluso no había tenido tiempo para tomar el consentimiento de la coreógrafa Mila Iskrenova. Desde hacía más de 10 años deseaba realizar un proyecto en común con ella. El tema del festival este año es el Danubio, el río que simboliza la diversidad de modelos culturales. Es sabido que el Danubio nace en Alemania, pasa por Austria, los dos países que concentran la mayor parte de la cultura europea clásica. Por otra parte, este gran río pasa también por Eslovenia, Serbia, Bulgaria y Rumania, y Europa del Este sigue siendo la zona más curiosa y de mayor diversidad con respecto a la cultura. Mi idea era representar su colorido resaltando el tema de la identidad. Cada uno de nosotros inconcientemente lleva sus raíces en su fuero interno. Recuerdo mis conversaciones con mis compañeros de clase. Éramos adolescentes, músicos jóvenes, habíamos crecido con las fugas de Bach y las sonatas de Mozart. No teníamos ninguna experiencia con el folklore y nos nos preguntábamos a qué se debe su fuerza capaz de hacer saltar lágrimas en nuestros ojos. Otra pregunta que nos hacíamos era la del viaje hacia uno mismo, la búsqueda. Interpreto la música de la obra en vivo, el piano está en el escenario. He incluido piezas de improvisación que construimos junto con la coreógrafa, y partes de obras de compositores clásicos vieneses: Haydn, Mozart. Todo obedece a la idea de transmitir este mosaico cultural tan rico. En las piezas de improvisación hay ritmos búlgaros, elementos del folklore balcánico, fuerte influencia del jazz y de compositores del siglo XX. Espero el espectáculo resulte interesante para el público. Lo presentaremos también en Bélgica en el marco del Festival de Valonia a finales de septiembre.”