Un festival atípico reúne durante cuatro días a correligionarios que creen que del concepto “juntos” depende su supervivencia. El número de los entusiastas que se identifican con esta idea no deja de crecer cada año.

El certamen se celebra en la localidad de Beglika, en el corazón de la montaña Batashka, una de las porciones más salvajes y de mayor altitud del macizo Ródope. Ya se ha llegado a hablar incluso de una Comunidad de Beglika, que no se desintegra, sino que continúa existiendo también al término del evento.

Los organizadores del festival han decidido consagrar su edición en 2014 al mundo que debemos transformar sustituyendo los modelos inoperantes. “Todos formamos el espíritu de Beglika; somos una nube de potencial cívico, creativo y visionario, capaz de engendrar nuevos universos”, dice el equipo del festival al que define como “libre, creador, que vive en parte en el futuro y en parte en el pasado, y que juega con el “aquí y ahora” para defender un modo de vida en el que somos sinceros con nosotros mismos y con el mundo”.

El programa íntegro del festival se realiza con participación del público. En el fondo, esa es la idea misma del certamen. Hay tres espacios musicales en las orillas de la represa Goliam Beglik: BigBanda, Chill/Natty Roots y Escenario Kaba (es decir escenario grande).

Habrá también un foro denominado Metamorfosis que ofrecerá vivencias no programadas con anticipación. Es un lugar que genera ideas, inspira y provoca. Los temas a tratar serán la educación, la cultura, la economía. Todo esto sucederá entre el 21 y el 24 de agosto en la localidad Beglika.

Los artistas independientes de Big Banda tienen un escenario propio en Beglika Fest. Les gustan la improvisación y las tendencias vanguardistas. Stefan Jrístov, alias Mr. Smiff, DJ y trompetista que participa en diversos proyectos de Big Banda, comenta: “Hemos preparado casi todo el arsenal de grupos y proyectos de que dispone Big Banda. Somos una organización joven pero ya se ha hecho realidad nuestro sueño de tener escenario en uno de los mayores festivales de Bulgaria. En Beglika se desarrollarán también dos talleres para los que hemos preparado instrumentos acústicos que hemos elaborado junto con Tódor Troyánov y Alexánder Daniel. Enseñaremos a los participantes cómo con ayuda de todo tipo de cachivaches, inexistentes en el mundo musical, podemos hacer música y diseño sonoro. Esperamos que acudan personas con interés por las soluciones innovadoras porque creo que en estos momentos la música vuelve a lo acústico pero con una visión nueva, a través del prisma de lo electrodigital.

Mr. Smiff de Big Banda ha estado en todas las ediciones del Festival de Beglish: “Este festival se diferencia de la mayoría de eventos de esta índole, tiene una proyección social, se organizan toda una serie de talleres – prosigue Stefan Jrístov –. Tiene un amplio horizonte también desde el punto de vista musical. La primera vez que participé en Beglika Fest, quedé sorprendido de su programa. Participaba una gran variedad de grupos que interpretaban música de los Balcanes, punk, ska, reggae, free style. Espero que los organizadores sigan en esta línea. Mi favorito era el taller llamado El pollo volante organizado por Emil Kírilov, parapentista e instructor de parapente. Se desarrollaba en un puente y todo el que lo deseaba tenía oportunidad de ensamblar un aparato y volar con él. Finalmente, todos saltaban del puente con sus inventos. El premio para el que había logrado recorrer la mayor distancia era volar con parapente. Fue muy interesante porque la gente “saltaba con ideas inimaginables”.

En Beglika Fest 2014 participará una formación muy interesante de dos nombres: BONBOG o Tambores y Gaitas, y de estilo etno-fusión. El grupo apareció recientemente en el escenario musical nacional. Sus integrantes son: Valentina Dóbreva (vocalista), Lázar Keremedchíev (tambor), Grigor Lálov, Rosen Rósenov y Konstantín Kánev (gaita kabá, o sea de tono bajo), Pétar Yordanov (cajón) y Gueorgui Marínov-Jorge (didgeridoo). Con su forma de tocar logran contagiar su entusiasmo y su amor por este estilo musical al público tanto en Bulgaria como en el extranjero. El grupo actuará el 21 de agosto a orillas de la represa Goliam Beglik.

Pétar Yordanov dice: “Actuaremos en el Escenario Kabá durante el primer día del festival. Me gusta la idea de este certamen, para mí es una de las experiencias más interesantes no sólo a nivel nacional. Nuestro grupo recorre diferentes eventos fuera de Bulgaria y puedo decir que lo que ocurre aquí no tiene parangón. En Beglika se reúne gente muy positiva y de intereses similares. Presentaremos folclore rodopiano reforzado por el cajón y el didgeridoo. En la mayoría de los casos esto abre los sentidos del público, que termina uniéndose a la ola musical. Comienza un “trance rodopiano” y la gente empieza a bailar el típico joró búlgaro. Es una experiencia muy agradable, especialmente cuando se está en un lugar tan hermoso de la montaña. Nuestra música causa efecto también en las personas que no entienden la letra de las canciones. Cuatro gaitas, un cajón, un didgeridoo, un tambor y una voz: es algo que atrapa al público, hechizándolo”.

Versión en español por Raina Petkova y Daniela Radíchkova