Les gusta crear, proyectar, hacer más interesantes los espacios públicos, provocar y agitar los ánimos y, no en último lugar, trabajar como voluntarios y transmitir este impulso a otras personas. Se trata de un pequeño grupo de arquitectos y creadores jóvenes aunados por buenas ideas y por el deseo de hacer más bello el entorno urbano. En los cinco años de su existencia, la Asociación Transformadores cobró popularidad en la sociedad. Se hizo famosa con la iniciativa de pintar los antiguos y descuidados tableros eléctricos de algunas de las calles céntricas de la capital. “Al principio, las personas eran muy escépticas y predominaban las reacciones negativas. Ahora, este es uno de los proyectos artísticos favoritos de los vecinos de Sofía”, señala la arquitecta Guergana Tileva del equipo de Transformadores.

¿Cuál sería el entorno urbano ideal a su juicio?

“Para mí, el entorno urbano ideal en Sofía sería algo entre París y Londres. Son dos modelos diametralmente opuestos. París es como una postal. Allí suceden cosas nuevas e interesantes que, sin embargo, son restringidas a causa de la política conservadora que trata de preservar el patrimonio cultural. Londres es una ciudad muy dinámica, todo lo que ocurre allí es muy interesante en el ámbito de la arquitectura, la urbanización y las artes. Tengo la sensación de que París mira hacia el pasado y Londres hacia el futuro. Debemos encontrar el equilibrio entre la historia y el patrimonio cultural que son la tarjeta de visita de Sofía y, al mismo tiempo, crear premisas para el desarrollo dinámico del entorno urbano y permitir a los jóvenes improvisar en él. Esto es algo que tratamos de hacer”.

En el último año, los Transformadores hicieron dos regalos artísticos a los habitantes de Sofía, insuflando vida nueva a monumentos cargados de asociaciones contradictorias del pasado cercano. El primero fue vinculado con el monumento Las Campanas, cerca de Sofía, donde en época del socialismo se celebraba la asamblea infantil Bandera de la Paz. Para llamar la atención pública al monumento olvidado, Los Transformadores organizaron un experimento musical, muchos talleres y juegos para los niños. Otro proyecto fue el monumento 1300 Años Bulgaria, en la plaza del Palacio de Cultura, en Sofía, cuyo futuro todavía no está claro. Esta iniciativa denominada Revisión fue realizada con el apoyo del Programa Cultura del ayuntamiento capitalino. En pocas horas este debatido monumento cobró vida ante los ojos del público. Su superficie fue utilizada para la proyección de vídeos especialmente creados.

“Creemos que con respecto a los antiguos monumentos y las construcciones desgatadas, desde el punto de vista moral y emocional, podemos tener un enfoque basado en la fuerza de las artes modernas,. El proyecto Revisión utiliza las artes tecnológicas más modernas y la animación 3D, mostrando que podemos transformar la energía negativa en positiva. De este modo, con los medios de expresión de la modernidad, lo antiguo puede convertirse en algo nuevo que trae agrado”.

Alexander agrega: “Lo que a nuestro juicio falta cuando hablamos del patrimonio del pasado cercano es una dosis de humor e imaginación. A veces, los temas se plantean de un modo radical, se dictan unas sentencias muy graves al entorno urbano y, al mismo tiempo, vemos cómo la nueva generación se apodera de estos espacios sin estar al tanto del contexto en que fueron creados y el mensaje que llevan. Creemos que una ciudad no puede existir sin su historia. Debe poseer huellas de todas las épocas y, precisamente, los guiños a través del arte dan nuevas posibilidades para aprovechar estos espacios”.

Muy pronto, Revisión tendrá su continuación. Esta vez Los Transformadores han escogido la base de remo del lago de Pancharevo, cerca de Sofía, y más concretamente, el antiguo panel de información que se yergue como un fantasma del pasado.

”La idea es organizar una proyección 3D. La superficie no es suficiente y, por esto, hemos decidido experimentar con aspersores de agua que deben formar algo parecido a unos abanicos de agua, sobre los cuales se proyectarán imágenes”, explica Alexandar. “La elección de Pancaharevo ha sido motivada por nuestro deseo de recordar lugares olvidados en la región de Sofía que tienen potencial. Esta vez, hemos optado por una región periférica que es menospreciada pero que puede aprovecharse para pasar el día al aire libre o como sede de una manifestación cultural”.

Versión en español por Hristina Taseva
Fotos y video: Cortesía de la Asociación Transformadores