Un grandioso programa de telerrealidad visitó la aldea de Momchilovtsi. Recientemente a esa villa acurrucada en los pliegues del monte Ródope llegó un equipo de 51 personas para rondar la versión china del programa Supervivientes. El objetivo principal es dar a conocer a los chinos las tradiciones de la aldea y con el secreto de la longevidad rodopiana.
Este secreto se conoce desde hace tiempo: es el yogur que produce la población local con la famosa bacteria lactobacilicus bulgaricus. No es de extrañar que para muchos pueblos por el mundo Bulgaria sea sinónimo de yogur y longevidad. Es así en China, donde este saludable producto se consume en masa bajo la marca de Momchilovtsi. Su productor es una compañía de Shanghai que desde hace años lanza exitosamente una serie de productos lácteos con la bacteria búlgara que llevan el nombre de la pintoresca aldea montañosa. Desde 201,2 la empresa envía a turistas a esa la bella aldea rodopiana. Sus gerentes han establecido contactos amistosos y empresariales con la alcaldía de Momchilovtsi y su cooperación se desarrolla sobre todo en el campo del turismo.
Sin embargo, ahora el productor chino ambiciona difundir el yogur búlgaro de una manera poco estándar financiando la organización del programa Supervivientes precisamente en la aldea de Momchilovtsi. “En China el yogur está por todas partes: en la sopa, en los postres, en las salsas para carne”, manifestó con gran excitación ante los medios de comunicación Hu Dziyan, representante de la compañía de Shanghai y agregó que la idea para este proyecto mostrar a los chinos la vida saludable en los Ródopes. El rodaje finalizó a mediados de septiembre y el programa se transmitirá por uno de los canales de televisión chinos más vistos.
María Nikova, alcaldesa de Momchilovtsi, aporta interesantes detalles acerca de la vida de los supervivientes chinos y la villa.
“De los 8 mil candidatos que postularon a participación a Bulgaria llegaron 7 personas que fueron instaladas en 7 casas. Cada uno de ellos tenía que aprender cómo sobrevivir en Momchilovtsi. Desde nuestro punto de vista esto es simple pero, he de subrayar, que llegaron personas que nacieron en una enorme ciudad y que en su vida nunca habían visto cómo sale el sol por el esmog sobre la ciudad. Por la noche las luces son tan fuertes que las estrellas no se ven. Lo que más nos sorprendió fue que estas personas se levantaban por la mañana para gozar del cielo azul y de las nubes que preceden la salida del sol. Pasaban horas haciendo fotos del ocaso. Tenían que superar diferentes retos. La mayoría fueron vinculados con los quehaceres domésticos y con la familia con la cual vivían. Ordeñaban vacas y cabras, sacaban patatas, trabajaban el huerto, cocinaban…”
Bajo el techo de sus anfitriones los chinos aprendieron a coser con una aguja, cortar leña, secar el heno, amasar el pan y otras actividades poco características para el habitante moderno de la gran ciudad. La principal barrera fue el idioma. Con la ayuda de un manual búlgaro-chino tenían que comunicarse con los búlgaros y acostumbrarse a la vida en la montaña.
En la casa de la alcaldesa fue instalada una periodista de 22 años que casi se desmayó al ver en el huerto un tomate casero que pesaba más de un kilogramo. En los primeros días cada uno de los asiáticos aprendió por separado las peculiaridades de la vida en medio de la naturaleza después de lo cual fueron reunidos en una casa en que tuvieron que sobrevivir solos con presupuesto propio. “Son unas personas bienintencionadas, sonrientes y de muy buena educación. “Aunque pasó bastante tiempo desde que se fueron los echamos de menos porque creaban una atmósfera muy agradable”, cuenta María Nikova y agrega que en los últimos años visitaron la aldea miles de turistas chinos.
“Los grupos organizados que viajan hasta la aldea con diferentes operadores turísticos suman unas 500 personas al año. Es un hecho que la campaña publicitaria sobre Momchilovtsi y Bulgaria es muy intensa. Lo que llama la atención es que los chinos se informan sobre Bulgaria antes de visitar el país. No obstante qué ciudad visitan llegan en taxis a Momchilovtsi. El director de la oficina de mercadotecnia de la empresa que visitó la aldea 4 veces dijo que su mayor deseo es vivir permanentemente con su familia en Momchilovtsi”.
Los gerentes de la compañía de Shanghai preparan un proyecto conjunto con sus amigos de la administración local. “Será algo grande y útil para la gente de la región”, adelantó la alcaldesa de Momchilovtsi pero se negó a dar más pormenores. Al menos de momento.
Versión en español por Hristina Taseva
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