Hace 180 años en la ciudad de Gabrovo (Bulgaria central) fue fundada la primera escuela laica Bulgaria. En aquel entonces las clases se realizaban conforme al método de enseñanza mutua de los pedagogos británicos Bell y Lancaster, según el cual los alumnos mayores y con más conocimientos ayudan a los menores bajo la supervisión del profesor.

El primer profesor de aquella escuela fue Neofit Rilski, gran figura del Renacimiento nacional búlgaro. Los benefactores de la escuela fueron Vasil Aprilov, Nikolay Paluzov, los hermanos Mustakov, entre otros búlgaros adinerados que vivían en el extranjero y aseguraban medios para los profesores y para las becas de los alumnos que terminaban la escuela y querían seguir estudiando.

Vasil Aprilov era perspicaz y había previsto cómo se desarrollaría la educación búlgara en el futuro. Sin embargo, su nombre no se asocia únicamente al hecho de que fue uno de los fundadores y benefactores de la nueva educación en Bulgaria.

“Vasil Aprilov y Nikolay Palauzov fueron directores de la escuela. Aprilov fue además un exitoso empresario que aportó mucho al desarrollo de las relaciones comerciales entre Bulgaria y Rusia. Por otra parte, a través de su actividad literaria apoyó el desarrollo cultural de Gabrovo y en todas las tierras búlgaras en el Imperio Otomano en aquel entonces”, dice en una entrevista concedida a Radio Bulgaria Daniela Tsoneva, curadora del Museo Regional de Historia en la ciudad de Gabrovo.

“Escribió su primera obra en 1841. En 7 años editó cinco obras que dieron un importante impulso a la literatura búlgara y al desarrollo de la educación en Bulgaria”.

El Museo de Historia en Gabrovo guarda valiosos testimonios relacionados con Vasil Aprilov: cartas a su hermana Kera, obras literarias, objetos que pertenecían a su familia.

“Las cartas escritas a su hermana Kera son muy personales y son testimonio de sus intereses y su deseo de conservar las tradiciones nacionales. Vasil Aprilov solía pedirle a su hermana que buscara canciones tradicionales sobre la boda, el amor, el compromiso. Pedía de ella que pagara a las personas que le prestaban la información, más aún si eran pobres. En una de sus cartas, Vasil Aprilov compartió con su hermana la idea de crear una escuela femenina. Con la fundación de las escuelas en Gabrovo y en Pleven se echaron los cimentos de la educación de las niñas en Bulgaria”.

Vasil Aprilov deseaba editar un compendio de canciones tradicionales que se entonaban en Bulgaria en aquella época. Fue un destacado documentalista y se interesaba por la historia y la arqueología. Es considerado uno de los fundadores de la historiografía búlgara. Fue el primero que introdujo el uso del término “arqueología” en Bulgaria.

Vasil Aprilov difundió la nueva educación a través de una obra suya en la que destacó que 6 años después de la apertura de la primera escuela laica en Gabrovo ya existía una red de escuelas en Panagyurishte, Sopot, Karlovo, Tryavna, Kazanlak, Svishtov. En su libro describe la ciudad de Gabrovo como un centro importante para el desarrollo nacional, lo compara con los países europeos de aquella época y lo denomina “el vivero de la educación búlgara”. No es casual que en 1872, seis años antes de la Liberación de Bulgaria del dominio otomano, la escuela de Gabrovo se convirtiera en la primera escuela media de las tierras búlgaras.

Hoy el Liceo Nacional de Aprilov es una de las escuelas medias más renombradas de Bulgaria. La herencia de su patrono y su rica historia dan fundamento para abrir en el edificio del liceo un Museo Nacional de la Educación.

Versión en español por Vesela Petrova