Desde julio de 2014 el precio del petróleo en los mercados internacionales ha caído de los110 USD el barril cayó a menos de 50, y esto ha incidido en la situación internacional y en su posterior evolución. Es algo que ha afectado a todo el mundo, Bulgaria incluida, que incluso ha quedado al margen del proyecto South Stream.

En este país no hay extracción de petróleo, pero han comenzado prospecciones en busca de gas convencional y de crudo en el sur del territorio nacional. Primeramente se harán prospecciones en los municipios de Svilengrad, Madzharovo, Harmanli y Lubimets. El terreno en cuestión forma parte de la llamada cuenca petrogasística que se extiende en territorio de tres países: Bulgaria, Grecia y Turquía. De parte turca en esa zona han sido descubiertos 24 yacimientos de gas y 3 petrolíferos.

Teniendo presente esta información, cabe preguntarnos: ¿hemos sido afectados por la cancelación del South Stream?

Imagínense la situación en que nos hubiéramos visto si de veras tuviéramos “oro negro” en el subsuelo búlgaro… En honor a la verdad hay que decir que la más afectada por la caída del precio del petróleo es Rusia…

Esta caída no es una “conspiración política” sino resultado de diferentes factores objetivos. La economía norteamericana se ha recuperado, el dólar se ha reforzado y el precio del crudo ha comenzado a bajar. Ha disminuido la demanda de energía, sobre todo en los países desarrollados. EE UU tiene suficientes reservas e incluso exporta parte de sus recursos.

En Europa y Japón también se observa un decrecimiento de la demanda. El País del Sol Naciente incluso retomó el desarrollo de su industria nuclear y redujo el volumen de sus importaciones. El desplome de los precios en el sector tiene, desde luego, también un efecto negativo para EE UU, pero debido a una serie de razones económicas y políticas, en Occidente no dejan de ser felices por la caída, puesto que así pueden ejercer presión contra el régimen de Putin y restablecer su propia economía. A final de cuentas, Rusia sufre de los precios bajos del petróleo mucho más que de cualquier tipo de sanciones.

Los precios bajos del petróleo ocasionaron enormes pérdidas a Rusia, pero esto difícilmente la movería a reducir el volumen del petróleo y el gas que extrae. Es así no solo porque la producción energética ocupa un lugar muy importante en su vida sino también por el hecho de que ha invertido mucho dinero y esfuerzos en esta industria. De no conservar su actual status quo y de no aumentar la producción, Rusia no podrá recuperar sus inversiones. Esto podría causar una profunda crisis económica y política. Además, si Rusia continuara aumentando la producción de energía, ello significaría que Putin no haría concesiones a Occidente y defendería su voluntad política hasta el último.

Hoy China tiene una economía reformada y su necesidad de petróleo a largo plazo empieza a disminuir. El país está realizando reformas y transformaciones económicas de gran alcance y el decrecimiento de los precios del petróleo le permite maniobrar y desarrollar fuentes de energía limpias y altamente eficientes que poco a poco irán desplazando las contaminantes para el medio ambiente. La India cuenta con una infraestructura débil de manera que, a corto plazo, es poco probable que modifique su dependencia del carbón, principal fuente de energía para ella.

Los países de OPEC ni piensan reducir el volumen de su producción. Al mismo tiempo, Arabia Saudita, uno de los principales países productores de petróleo en el futuro en el Golfo Pérsico, aprovecha en su propio beneficio el dólar fuerte y la escasa demanda y, a expensas de los precios bajos, asesta un golpe contra la producción de gas y petróleo de esquisto, que constituyen la principal amenaza para su economía. Así, el precio del barril permanecerá por debajo de los 75 dólares para la industria del esquisto y ésta no será rentable.

La caída de los precios del petróleo tiene también un aspecto negativo. La mayoría de las personas están preocupadas porque el decrecimiento continuado podría ocasionar una nueva crisis política, económica y financiera, más larga, ya que los precios han permanecido altos y sostenidos durante mucho tiempo. En los últimos diez años el sector energético se ha convertido en uno de los predilectos para la inversión. Se ha vuelto especialmente popular la extracción de gas y petróleo de esquisto.

Si bien la desintegración de la Unión Soviética tuvo un efecto positivo en el mundo y su desarrollo, la idea de que hay que destruir Rusia podría denominarse en el mejor sentido una negligencia.