La Energía, la Defensa y la Cultura son las principales áreas de cooperación estratégica entre EE UU y Bulgaria en el año corriente 2015, declaró el primer ministro, Boiko Borisov, en reunión celebrada con la Cámara de Comercio Norteamericana. Dijo, asimismo, que le preocupa el triunfo electoral en Grecia del partido Syriza, de extrema izquierda, y aprovechó el foro para lanzar el mensaje de que él defenderá los intereses del pueblo para que en Bulgaria no se repita el guión de Grecia.

El primer ministro comentó, además, que Bulgaria es un socio leal de la OTAN, la UE y Rusia, pero que esta lealtad no siempre es compartida ¿Son acaso culpables de esto los socios del país o más bien la incongruencia de los políticos búlgaros y su afán de servir a dos señores a la vez: las estructuras euroatlánticas y Rusia? En el sector de energía existen múltiples proyectos no ejecutados por este motivo.

Además de a Rusia, Borisov dirigió críticas al comportamiento “improcedente” de Turquía y Grecia, vecinas a Bulgaria y pertenecientes a la OTAN. Con motivo de su propósito de participar en el proyecto “Corriente del Sur turca”, el jefe del Gobierno búlgaro manifestó:

“¿Será posible que un país miembro de la OTAN ayude a que Bulgaria sea obviada? Después de hacer esta pregunta con tono retórico, Borisov reclamó de la comisión de energía búlgaro-norteamericana, pactada durante la visita de John Kerry a Sofía, apoyo contra la expulsión de Bulgaria del segundo proyecto gasístico ruso.

La tarea prioritaria del Gabinete Borisov-2 seguirá siendo la construcción de proyectos de infraestructura. En este punto podríamos detectar más bien similitudes con la estrategia de Borisov durante su primer mandato. Entonces, sin embargo, el escollo resultó ser la energía, concretamente, las cuentas de la luz. ¿Será capaz de resolver el Gobierno Borisov-2 los problemas del sector de energía o los mismos seguirán pendiendo cual espada de Damocles sobre su segundo mandato mientras construya autopistas y salas polideportivas?

El que la energía causa dolores de cabeza a Borisov quedó claro de la preocupación que él expresó por el desenlace del pleito incoado por parte rusa contra Bulgaria por la Central Nuclear de Bélene, que será visto próximamente en Ginebra. La eventual sentencia condenatoria contra Bulgaria aumentaría el volumen del déficit de la Compañía Nacional de Electricidad, agregó el primer ministro. En sus palabras:

“El principal déficit de la Compañía Nacional de Electricidad deriva de los proyectos no realizados como son la central Nuclear de Bélene y el proyecto Tsankov Kamak, y apenas 500 o 600 millones se deben a la diferencia entre los precios finales de la luz y la compra de la energía eléctrica a precios regulados”, dijo Bortisov y manifestó que lamenta que Turquía esté construyendo cuatro reactores nucleares rusos y Bulgaria ninguno.

Por otro lado, Bulgaria se retiró de la Central Nuclear de Bélene durante el anterior Gobierno de Borisov, en 2012. A los proyectos no realizados en el sector de energía del país cabe agregar el South Stream (o Corriente del Sur), paralizado unilateralmente por la Gazprom. De momento en Bulgaria el proyecto continúa debido a la inexistencia de una carta oficial de la compañía gasística rusa a este respecto, y la cuestión de si Bulgaria debería iniciar pleito por lucro cesante, es decir por pérdida de utilidades económicas en virtud de este proyecto no se plantea en el orden del día.

Borisov comentó, asimismo, que Bulgaria paga más de 3 mil millones de euros al año por suministros de gas y petróleo. Al destacar que “Bulgaria paga el gas más caro de Europa, a precios dos veces más altos que Alemania”, el primer ministro lanzó la pregunta retórica: ¿por qué la Gazprom no nos reduce el precio del gas?

Un posible argumento para renegociar los precios recogidos en los contratos a largo plazo con la Gazprom es que Bulgaria comenzará a extraer gas propio para diversificar sus fuentes de suministro. La extracción de la plataforma del mar Negro está camino de hacerse realidad, no así la extracción de gas de esquisto, vetada por moratoria. Boiko Borisov comentó:

“Bulgaria es el país más rico en yacimientos de gas de esquisto en Europa pero debido a las inminentes elecciones municipales, ningún político (incluido él mismo) se atrevería a plantear el tema porque ello sería sinónimo de “suicidio”.

Versión en español por Raina Petkova