Podcast en español
Tamano del texto
Radio Nacional de Bulgaria © 2024 Todos los derechos reservados

Tras la pista del origen desconocido

Suprimir la confidencialidad de la adopción; apoyan esta reivindicación unas 1500 personas que han firmado, hasta el momento, una petición difundida a través de Internet. Sin embargo, son muchas más las personas privadas del derecho de conocer su origen y raíces biológicas. Según la legislación vigente en Bulgaria, el adoptado recibe con dificultas acceso a información. La puede obtener sólo con autorización judicial, pero para ello deben concurrir “circunstancias relevantes” que requieran la revelación del secreto de adopción.

“Es mínimo el número de las personas satisfechas en su solicitud. Hace falta ser enfermo de gravedad o necesitar un trasplante para que se abra el expediente de la adopción”, dice Svetlana, que ha cursado una solicitud y desde hace ya nueve meses está esperando que el tribunal señale la audiencia.

¿Por qué es importante para estas personas conocer sus orígenes?

“Queremos saber si tenemos enfermedades hereditarias. Es un derecho humano elemental. Además, tememos caer en incesto; nunca se sabe a quién encontraremos algún día, sea nosotros o nuestros hijos, el mundo es pequeño” – comenta Svetlana.

El defensor del pueblo, Konstantín Pénchev, ha apoyado la supresión de la confidencialidad de la adopción. Además, ha recomendado a la Asamblea Nacional modificar la ley. Sin embargo, hasta el momento esto sigue siendo una “voz en el desierto”.

¿Cuál es la situación en los demás países europeos?

“En gran parte de los países europeos, el acceso a la información sobre el origen está asegurado al cumplir la mayoría de edad –responde Svetlana –. Un buen ejemplo en este sentido es Rumania, con la que competimos. Allí hay una ley de adopción que obliga a los padres a informar a los niños desde una edad muy temprana que son adoptados y hacerlo con ayuda de especialistas. Esto también forma parte de nuestras reivindicaciones. No debe haber más mentiras ni secretos. En Rumanía, al cumplir los 18 años de edad, los adoptados tienen derecho a acceso pleno a la información, y la correspondiente institución autorizada está obligada a proporcionárselo. La ley puede ser redactada de modo que defienda a todas las partes: los adoptados, los adoptantes y los familiares biológicos”.

Debido a los muchos obstáculos legales, la mayoría de la gente se lanza a investigar por su cuenta las escasas huellas del pasado para conocer su origen. Hace más de dos años, tres personas, entre ellas Svetlana, crearon en Facebook el grupo Nos estamos buscando, que ya tiene unos 14 mil seguidores. Fue construido, asimismo, un sitio web especial en el que están registradas más de dos mil historias de personas que buscan a sus padres biológicos.

“La gente nos escribe ilusionada, dándonos información sobre sí – cuenta Svetlana –. El adoptado que busca nuestra ayuda nos envía los detalles que conoce de su nacimiento como la fecha y el lugar de nacimiento, el nombre que le dio el padre biológico. A veces remiten también una fotografía suya con la esperanza de encontrar rasgos similares a los de la persona que buscan. Sobre esta base redactamos una publicación que subimos en nuestra página en Facebook y en el sitio web Nos estamos buscando esperando que el mayor número posible de gente comparta la información para que llegue hasta alguien a quien le suene o que pudiera reconocer la cara. En el principio no había reacciones pero poco a poco el año pasado personas adoptadas comenzaron a encontrar a sus padres y viceversa. Nos alegramos porque esto ocurre con la ayuda de la gente que responde y se implica en la búsqueda que realizamos”.

Lamentablemente, no son muchos aquellos para quienes la búsqueda termina con éxito precisamente a causa de la exigua información. Además de las personas adoptadas y las madres biológicas, se meten en el papel de detectives hermanos y hermanas que se han enterado que alguna vez su madre dejó a un niño en adopción. Los más activos, sin embargo, son los adoptados.

“Estamos convencidos de que hay centenares de madres que siguen nuestras publicaciones. A causa de los prejuicios que las movieron a dejar a sus hijos y del temor por no haberlo comentado a su nueva familia, todo sigue siendo un secreto”, concluye Svetlana.

Versión en español por Daniela Radíchkova



Последвайте ни и в Google News Showcase, за да научите най-важното от деня!

Más de la sección

Rayna Mandzukova

Rayna Mandzukova: "Quiero que la guerra no divida a la comunidad búlgara de Besarabia en Ucrania y Moldavia"

Los búlgaros de Besarabia son una parte “indisoluble del cuerpo búlgaro, de la comunidad búlgara espiritual y cultural. Persistirán ya que el lazo entre ellos y nosotros es inquebrantable”, se señala en el único número del periódico Besarabia búlgara..

Publicado el 29/10/24 11:08
Praga

Irena Angelova, de la República Checa: “Una vez más, los búlgaros de las ciudades alejadas de Praga no pueden votar”

La vida de los búlgaros en la República Checa es muy ajetreada. Trabajan en masa en distintas fábricas, el trabajo es por turnos, el cansancio se acumula y la gente no quiere viajar a la capital un domingo sólo para poder votar. Así explica Irena..

Publicado el 27/10/24 21:35

Los votantes de Reading reciben un libro de regalo

La jornada electoral en Reading, al sureste de Inglaterra, transcurre con calma. Se espera que voten unas 300 personas y en el único colegio electoral de la ciudad se puede votar sólamente en papel. Es la segunda vez que este colegio electoral cambia..

Publicado el 27/10/24 19:37