El Ministerio de Finanzas de Bulgaria está preparando una ley que regulará las cuentas anuales de las personas jurídicas relacionadas, o sea, de las empresas independientes pero controladas entre ellas, a las que la ley les impone responsabilidad solidaria para evitar maniobras fraudulentas.
La noticia fue hecha pública en una conferencia organizada por la Cámara de Comercio Norteamericana, creada en Sofía en 1994 que agrupa a compañías búlgaras, norteamericanas e internacionales con representaciones en Bulgaria. La conferencia abordó las medidas recrudecidas en la legislación fiscal que entrarán en vigor este año en los países miembros de la Organización para la Colaboración y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Bulgaria no pertenece a la OCDE pero, a pesar de ello, los organismos tributarios pueden aprovecharse de los nuevos elementos legislativos que prevén intercambio de información entre las Administraciones Públicas de los diferentes países a raíz de la auditoría de las compañías transnacionales.
Hoy los preceptos que regulan la fiscalización de las empresas relacionadas están dispersos en cinco actos normativos. Semejante volumen de documentos da lugar a confusiones y, además, dificulta a las compañías extranjeras, que a veces resultan sorprendidas por incongruencias entre la legislación fiscal búlgara y la europea.
Según Ivailo Angelov, de la Pricewaterhouse (PWC), contrariamente a la opinión extendida en sentido contrario, la normativa fiscal de Bulgaria es más rigurosa que la europea. A pesar de ello, en el espacio público se suele afirmar con frecuencia que los inversores extranjeros exportan la riqueza nacional. He aquí el comentario a este respecto del experto fiscal de la Pricewaterhouse:
“En comparación con la de varios países europeos, la legislación búlgara es bastante restrictiva. Desde el punto de vista legislativo, yo no diría que hay grandes posibilidades de fuga de capitales. El que determinados ingresos pueden ser transferidos a un nivel más alto en la compañía transnacional no es un problema que afronta únicamente Bulgaria. Existe también en la OSCE y el G-20, integrados por los países más desarrollados”.
No obstante, es secreto a voces que las grandes compañías y cadenas comerciales transnacionales logran reducir el resultado de su actividad en Bulgaria. Es práctica habitual que una cadena que haya realizado importantes ganancias en Bulgaria (debido a la eficiencia de sus trabajadores y a la remuneración más baja de la mano de obra) procure “trasvasar” facturaciones a una sucursal en otro país que haya generado pérdidas. A tal efecto se extiende una factura que acredita que la sucursal ineficiente prestó servicios muy costosos a la sociedad en Bulgaria.
Conocedores de la materia señalan que, con frecuencia, la Administración Fiscal de Bulgaria evita expedir con antelación cartas explicativas sobre temas concernientes grandes facturaciones. La falta de la idea y, a veces, de la voluntad de resolver tales problemas con antelación hace que la única posibilidad de hacerlo puntualmente sea la audotoría de tal o cual compañía.
Ivo Angelov agrega: “Esperamos que la enmiendas ayuden a lograr una mejor estructuración de la legislación nacional a la luz de lo que está sucediendo en Europa. Suponemos que, a tono con la tendencia en los demás países de la UE, en Bulgaria se puede esperar una legislación mejor armonizada, que tome en consideración muchas de las definiciones actualmente vigentes que armonizan con los principios internacionales. De la Administración Tributaria se esperan mensajes más claros a los contribuyentes, y de éstos se espera una clara visión de lo que deberían hacer en determinadas circunstancias”.
El tema de las compañías relacionadas, las transacciones entre ellas y las omisiones de los órganos de control cobró especial actualidad en el espacio público nacional tras conocerse que el Banco Comercial Corporativo, declarado en quiebra, concedía créditos a compañías relacionadas con el accionista mayoritario. No hace mucho, a raíz de la rentabilidad de las sociedades administradoras de fondos de pensiones y de la instrucción iniciada con motivo de manipulaciones de mercado, el presidente de la Comisión de Supervisión Financiera, Stoyan Mavrodiev, reclamó mayores facultades y destacó la necesidad de aprobar una ley que regule cabalmente esta materia.
Versión en español por Raina Petkova
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