Casi tres años ya (desde 2012) en el espacio público se comenta activamente de medidas legislativas para la protección de las personas físicas del sobreendeudamiento. A mediados del mes corriente la izquierda política presentó un nuevo Proyecto de Ley del sobreendeudamiento de las personas físicas que se parece mucho a una versión del 2014.

Se trata de una protección específica de los ciudadanos búlgaros y extranjeros que residen en Bulgaria más de 183 días al año.

Según el abogado, Georgi Koev, existen diferentes fuentes de sobreendeudamiento: empezando por los créditos hipotecarios, de vivienda y los créditos al consumo y llegando a las deudas a empresas proveedoras de calefacción, agua, etc.

El abogado Koev opina que si finalmente la ley sea aprobada, ésta se convertiría en una especie de compensación social contra la espiral de la deuda.

“Nuestro país protege a los monopolistas, a sus mayores contribuyentes: bancos, empresas proveedoras de agua, luz, calefacción, compañías aseguradoras, operadores de telecomunicaciones. Ellos generan endeudamiento, pero estas deudas no son suyas, sino nuestras”.

Las deudas con las empresas proveedoras de servicios comunales se pueden acumular de forma irreversible, según el abogado Koev, porque la ley no protege a los consumidores.

“Los ciudadanos de a pie han de tener la posibilidad de elegir, y en caso de no disponer de esta posibilidad, deben tener la opción de declarar la quiebra”, señala categórico el abogado y aclara que podemos comprar  electricidad y agua sólo de un proveedor. En el caso de las empresas de calefacción es aún peor, ya que no podemos renunciar a sus servicios, ni podemos acudir a los servicios de otra empresa.

En las instituciones financieras el mecanismo es similar: los prestatarios cargan con todas las consecuencias de la crisis, y los bancos están protegidos por la legislación. En caso de que la Ley del sobreendeudamiento de las personas físicas sea aprobada, las responsabilidades se repartirían de una manera más justa.

“El efecto es que no vamos a crear deudores hereditarios. Ahora los agentes de justicia redirigen la ejecución de resoluciones judiciales hacia los herederos, sin tener en cuenta si ellos hayan aceptado o rechazado la herencia”, comenta la situación Georgi Koev. Él no tiene recelos de que semejante ley podría provocar la quiebra de bancos.

“La ley de protección de sobreendeudamiento incluso resultará en ayuda para algunos acreedores, porque ellos serán capaces de eliminar algunas deudas y decir que ese dinero es virtual, no existe. Hay deudas que son incobrables. Los agentes judiciales, que se encargan de la ejecución de resoluciones, ven que el deudor no tiene recursos para afrontar su deuda”.

Si una persona física ha contraído un crédito hipotecario por valor de 45 mil euros, y de momento ha devuelto 15 mil euros, le quedan otros 30 mil euros, pero no puede seguir pagando, el banco vende el inmueble, por ejemplo, por 36 mil euros. O sea, la institución financiera recibiría 51 mil euros en total. Sin embargo, el deudor perdería su vivienda y a la vez seguiría debiendo al acreedor los 30 mil euros restantes. De esta manera resulta que los 15 mil euros pagados de momento son un alquiler muy caro.

El proyecto de Ley de quiebras de personas naturales tiene una especial importancia social en Bulgaria, teniendo en cuenta el alto porcentaje de ciudadanos que viven en la pobreza. Según datos de un estudio del Instituto de Economía y Relaciones Internacionales y la fundación Friedrich Ebert, del año 2014, casi la mitad de la población del país, el 49,3 %, vive por debajo del umbral de pobreza, en situación de considerables privaciones, lo que convierte a Bulgaria en el país más pobre de la UE.

Versión en español por Ruslana Valtcheva