En la actualidad, es similar el destino de una canción búlgara de autor de mediados de los 60 del siglo pasado, considerada, equivocadamente, tradicional. A esta canción se le imprime un sello ideológico, a pesar de que la gente de a pie suele cantarla inclusive en la mesa. Sin embargo, esto no hace que el tema, titulado Tenía la madre un hijo, sea conocido fuera de Bulgaria. Medio siglo más tarde, empero, como parte de un álbum de jazz, toca las cuerdas sensibles de la crítica norteamericana especializada.

Radio Bulgaria se puso en contacto con el intérprete del tema, el percusionista Errol Rackípov. Sus instrumentos son el vibrafono, la marimba y el tambor. Su recién salido disco “Pictures From a Train Window” (Imágenes vistas desde la ventana del tren), reúne en un viaje a tres músicos búlgaros y tres americanos.

Para Errol el viaje comenzó hace años, mucho antes de escribir el tema titular. Como alumno de la Escuela Media de Música de Sofía acostumbraba escuchar al inalcanzable Garry Burton. “Escuchándole, a uno le entran ganas de desesperarse, porque es tan bueno, pero a mí, en cambio, me despertó la ambición”, recuerda Rackípov. En el Conservatorio de Sofía, su profesor valoró su talento y escribió a Burton. Así Errol se fue a estudiar a Berklee College of Music.

A Errol Rackípov le llevó su tiempo decidirse a empezar a escribir composiciones propias pero mientras hacía maestría en Miami, como que el camino recorrido de Bulgaria a Florida se transfirió sobre la hoja de música. De esta manera nacieron “las imágenes vistas desde la ventana del tren”. En aquel entonces descubrió a un compatriota, Jristo Víchev, guitarrista a quien califican de “lírico a la europea”, que actuaba en la Costa Occidental de EEUU. Junto con el clarinetista y saxofonista Lubomir Gospodínov, Rackípov empieza a crear nuevas vibraciones, más difíciles pero, sin duda alguna, buenas.

A causa de los tres instrumentistas norteamericanos que participaron en la grabación del álbum, en éste los compases irregulares son un poco menos pero presentados con bastante sentido del humor. Esto último se nota en la transcripción de los títulos de las canciones folclóricas búlgaras incluidas en el disco “Pictures From a Train Window”. Por ejemplo, El joven Djore de la homónima alegre canción, en la versión de Erroll Rackípov y compañía se ha convertido en Mad Djore o el loco Djore, y la moza Dilmana, que siembra pimiento, se ha transformado en Dill Man o el hombre Eneldo. La culminación de la pieza final, Tenía la madre un hijo, es impactante. Su autor, Dimítar Yánev, escuchó la versión demo poco antes de abandonar este mundo y dio los derechos de autor a Errol.

El crítico Chris Mosey escribió de Yánev: “Hay que ser justos, ha escrito una canción destinada a convertirse en estándar de jazz”. ¿Cómo acepta Errol esta evaluación?

“A Yánev le agradaría mucho – responde, convencido el artista –. Nadie que la haya escuchado se ha quedado indiferente. A los críticos de música parece que les gusta su sonido diferente. La combinación entre guitarra, vibráfono y clarinete es inusual. Obviamente, algo nos ha reunido, a nosotros, tres búlgaros, de una manera extraña”.

Versión en español por Daniela Radíchkova