Desde comienzos del año en curso, en la economía búlgara transcurren procesos positivos y se observan señales alentadoras. Este hecho fue registrado no sólo por los gobernantes, que no dejan de aprovechar la oportunidad para alardear hasta del menor éxito. La refrescante brisa primaveral se siente también por la población, para la que el crecimiento de la reserva fiscal o la mejora de la balanza de pagos son indicadores económicos vagos e incomprensibles, que no influyen directamente en el bienestar y en el bolsillo de los búlgaros.

A primera vista, esto puede ser cierto para la mayoría de la población nacional, pero los indicadores macroeconómicos tienen un impacto significativo en el día a día, especialmente cuando se deterioran. Cuando mejoran, como es el caso de Bulgaria en la actualidad, tienen más bien efecto psicológico favorable. Los ánimos de los consumidores son cruciales para la economía. Baste recordar cómo la crisis de desconfianza en los EE.UU., en 2008, desencadenó la crisis financiera mundial de la que todavía luchamos por emerger.

Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadísticas indican que hay una tendencia positiva en el país en este sentido. Estos datos muestran que la confianza de los consumidores aumentó en el 2,3 % en los últimos cuatro meses. En las ciudades el aumento es del 1,8 %, y en los pueblos, del 3,9 %. Se notan, también, expectativas más optimistas sobre el desarrollo de la situación económica general en Bulgaria durante los próximos doce meses. Además, son menos negativas las estimaciones y las expectativas de los consumidores de cambios en la situación financiera de sus hogares.

El optimismo emana, asimismo, de los datos del INE sobre las importaciones y las exportaciones. En principio, según los expertos en economía, cuando las exportaciones de un país superan las importaciones esto es una señal del buen estado de salud de su economía. Exactamente de esto informa el INE, según el cual, en los tres primeros meses del año, las exportaciones de Bulgaria crecieron en el impresionante 12,7 %, respecto al año anterior, alcanzando más de 5,5 mil millones de EUR.

En este contexto de tendencias y hechos calmantes y alentadores en la economía búlgara, de manera lógica llegó la mejora de las previsiones económicas de Bruselas para el crecimiento económico en el país en 2015. Las expectativas de Bruselas son de un más que modesto crecimiento de un 1 %. Sin embargo, en comparación con las previsiones anteriores de un mísero 0,6 %, es casi dos veces mejor. Aún así, sigue siendo dos veces inferior que el realmente logrado en Bulgaria ya que, según las autoridades búlgaras, el PIB del país creció un 2 % en el primer trimestre del 2015. En este sentido, parece que la economía búlgara, una vez más, ofrece una agradable sorpresa, ya que el propio Ministerio de Finanzas prevé un crecimiento del PIB del 1,4 % en 2015. En otras palabras, se vuelven mucho más reales las expectativas de que este año sea marcado, en general, por un mayor crecimiento económico en comparación con el año pasado, cuando el aumento fue un 1,7 %.

Al mismo tiempo, en abril del corriente, el desempleo en Bulgaria se redujo respecto a marzo un 0,3 %, alcanzando el 10,7 %. Esto es un 1,1 % menos que el mismo mes de 2014, según datos de la Agencia Búlgara de Empleo.

¿A qué se deben estas tendencias y fenómenos positivos? Son varios los factores que contribuyen a la mejora de la situación económica del país, entre ellos: la estabilidad política, el diálogo productivo entre los interlocutores sociales y la influencia positiva de la recuperación económica de los principales socios del país de la UE.

Pueden citarse más hechos de la recuperación económica en Bulgaria, en primer lugar el superávit presupuestario que permitirá, probablemente, aumentar los gastos públicos por encima del umbral máximo previsto para 2015, pero los datos mencionados anteriormente son suficientes para ser optimistas, con tal de que el auge económico continúe.

Versión en español por Daniela Radíchkova