Es despeinado y su mirada es severa. Es famoso por su rapidez y audacia. Le gusta comer…carroña. No es nada bello pero tiene una postura de rey. Les presentamos al talismán de Sofía, el buitre leonado. 

Esta ave poco atractiva fue elegida talismán simbólico de la capital búlgara en el marco del Festival de la Ciencia que se celebró en días recientes. La idea de los organizadores es atraer la atención hacia los animales que se conciben como feos pero que en realidad son sumamente importantes para el equilibrio de la naturaleza. Algunas de estas especies ya fueron extinguidas de la Tierra, otras corren amenaza a escala mundial pero, por causas netamente psicológicas, las personas no les prestan ninguna atención. En fin, ¿a quién le importan los lentos, los feos y los que están lejos de tener formas perfectas?

Es otra cosa observar las fotos de un tigre pequeño o de un felpudo koala. La verdad es que todos los animales son igualmente valiosos en la naturaleza, son categóricos los biólogos. Esta es la opinión del fundador de la Sociedad de protección de los animales feos, Simon Wott. El afamado científico británico y presentador de la tele llegó especialmente a Sofía para presentar su libro y tomar parte en la ceremonia de elección del talismán feúcho de Sofía. Con sentido del humor explicó que los activistas de la WWF escogieron la dulce panda como su imagen “porque es de color blanco y negro y les ahorra millones de gastos de imprenta. ¿Por qué no escogieron algún animal feo? ¡No hay democracia!”, exclamó el ecologista.

Así en la reñida competencia por la prestigiosa distinción participaron otros cuatro bichos repugnantes. Cada uno tenía a su defensor que subrayaba sus cualidades ante el público en el teatro Sofía. Más convincente fue el veterinario Toma Shtilianov, el defensor del buitre leonado, quien señaló que, a mediados del siglo pasado, el ave despeinada había desaparecido definitivamente del cielo de Bulgaria. En los años 70 una pequeña población de España había sido importada y reintroducida en tierras búlgaras.

“Se trata de un ave que agrada a muy poca gente porque come carroña y tiene un aspecto nada agradable. En estos momentos en Bulgaria hay cuatro lugares habitados por estas aves. Son zonas de la Cordillera de los Balcanes y los Ródopes en la región de Kardhzali. Allí viven unas 100 parejas. Lo interesante es que esta especie tiene un equilibrio familiar muy claro, ya que los varones y las hembras incuban los huevos por igual. Viven en grandes comunidades y son monógamos. Vuelan muy alto, más allá del nivel visible por las personas, y se precipitan hacia la tierra a gran velocidad cuando ven algo de comer. ¿Qué tiene en común el buitre leonado con Sofía? Esta especie formaba parte de la colección animal del zar Fernando que posteriormente se convirtió en el zoo de Sofía. Este era uno de los primeros lugares en Bulgaria en que fue reintroducido el buitre leonado en Bulgaria”.

Otros pretendientes para el título Talismán de Sofía fueron la sanguijuela medicinal que se encuentra raras veces en la naturaleza salvaje, el sapo verde, la bella en la competición, la mariposa nocturna, y el murciélago grande de herradura, el candidato más debatido. De este bicho sabemos que habita sótanos y áticos, que puede comer una cantidad equivalente a una tercera parte de su peso y que la hembra da a luz colgando con la cabeza hacia abajo y su cría nace con las patas absolutamente desarrolladas para que mamá pueda retenerla de ellas.

Versión en español por Hristina Taseva