La evolución de los acontecimientos generapreocupaciones de que se pueda repetir el caso de la aldea de Katúnitsa, en la región de Plóvdiv, ocurrido en septiembre de 2011, donde un conflicto entre los gitanos y los locales condujo a ajuste de cuentas e incendios. Mientras tanto, la alcaldesa de Gármen se quejó que si se llegaba a la demolición forzada de las construcciones ilegales, la Municipalidad no tenía posibilidad de garantizar el alojamiento de sus residentes, como exige la ley, ya que no dispone de viviendas públicas. Impasse legal y administrativo sobre el telón de fondo delenésimo problema sintomático.

En esta ocasión, en el mismo día de la festividad de la Escritura Eslava y de la Cultura y Enseñanza Búlgaras,24 de mayo, a causa del conflicto, más de 500 personas de Gármen y Márchevo bloquearon una serie decarreteras interurbanas. Los manifestantes afirman que no tienen problemas con los gitanos locales sino con los llegados de otras regiones del país, instalados por el alcalde anterior en base a un documento de contenido falso, que devastan todo a su alrededor.

La escalada de la tensión social provocó reacciones políticas. El Frente Patriótico, que apoya al Gobierno, advirtió que reconsiderará su actitud hacia la coalición gobernante si no se toman medidas urgentes contra la delincuencia menor. Uno de sus líderes, Valeri Simeónov, exigió la creación de unidades de voluntarios para la autodefensa de la población, porque los gobernantes no toman medidas para combatirla. Según políticos del Bloque Reformista de derechas, que participa en la coalición gobernante, la tensión en el municipio es resultado de la lucha por el poder entre dos alas del Movimiento por Derechos y Libertades (MDL), que se asocia con la minoría étnica turca. Afirman, además, que la tensión en el municipio de Gármen crece debido a la batalla por el puesto de alcalde entre la actual alcalde, Minka Kapitánova, y el ex alcalde, Ahmed Báshev, ambos del MDL. También según los reformistas, este tipo de conflicto no es inherente sólo a Gármen, es un fenómeno local con sabor a campaña política,característico también de otras partes del país.

El que el escándalo que estalló en Gármen tiene precedentes en el país, está fuera de toda duda. Es indiscutible también que el alojamiento ilegal de gitanos y la tolerancia hacia sus comportamientos inaceptables tienen motivación electoral. Lo que sí es discutible es la expectativa de la sociedad de que esta vez se tomen medidas adecuadas, porque, lamentablemente, en tiempos preelectorales –los comicios locales serán en otoño –a los gitanos se les ve en primer lugar y sobre todo como votantes, a pesar de que a ellos mismos no les favorezca, ya que se convierten en rehenes políticos.

Versión en español por Daniela Radíchkova