Clases de pintura y artes aplicadas, aprender a tocar un instrumento musical, cantar y bailar danzas modernas. Esta es una parte de las actividades del proyecto “Transición mediante el arte y el saber”, con el que inmigrantes, que buscan asilo en nuestro país, logran inscribirse en la sociedad búlgara. La iniciativa es de la Fundación “Misión Salvación” y la financiación es del Programa de apoyo a las ONG en Bulgaria del Mecanismo Financiero del Espacio Económico Europeo 209-2014. El escepticismo y la desconfianza por parte de la sociedad búlgara, la depresión, los conflictos en la familia – provocados por la inseguridad -, forman una parte de los problemas que deben afrontar los inmigrantes, considera Ivodor Kovachev, creador de la fundación. “Si logramos que se sientan como en su casa, pese a que se encuentra en un país ajeno, ya no serán una amenaza para nuestra sociedad”, dice convencido él. Las actividades previstas en el proyecto se realizan en el campamento de “Ovcha Kupel” y en el Centro cultural y educacional “Palacio de la gente feliz”. Anguel Kovachev, quien se hizo famoso por participar en “Factor X”, dicta las clases de guitarra. Él nos cuenta qué le ha motivado a ayudar a los inmigrantes:
“Me estoy dando cuenta de que hay un escalón más alto y es nuestra mano extendida, la chispa de esperanza que hemos encendido y la alegría que se ve en los ojos de la persona que está junto a nosotros. Esto me inspira y me motiva. Precisamente por eso acepté la invitación de participar en el proyecto. Pensaba, un joven como yo de 22 años, ¿cómo le acercaría a la gente que viene del otro lado del mundo, con creencias, convicciones, idiomas diferentes? Consideraba que es un gran desafío. Pero acepté, porque me di cuenta de que disponía del idioma más universal – el idioma del arte que une y que no tiene barreras”.
Para su mejor integración, los inmigrantes, tanto adultos como menores, van a clases de idioma búlgaro, a charlas sobre el mercado de trabajo en Bulgaria y en Europa, aprenden habilidades empresariales y a manejar ordenadores. Están previstos también cursos para ayudantes de cámara y costura. Un lugar especial tiene el apoyo psicológico para los grupos familiares. En estas reuniones cada uno puede compartir sus vivencias y dificultades personales y recibir ayuda emocional.
Ivodor Kovachev nos dice más cosas:
“Nuestro grupo está integrado por personas de Irán y de Afganistán. La verdad es que los inmigrantes de Irán no están bien recibidos por nuestro Estado. A casi todos los iraníes se les rechaza la solicitud de asilo, a diferencia de los sirios, porque en su país están en guerra y hay motivos para asilarlos. No se toma en consideración el régimen en Irán, el que amenaza a toda persona librepensadora y de religión distinta a la establecida. En ese país se aplica una política gubernamental que condena a prisión severa. Así que los ciudadanos de Irán, Afganistán y Nigeria son nuestro objetivo. Es gente muy positiva”.
Adetutu Odubela-Onasanya es de Nigeria, o Adi como la llaman en la Fundación, es una de las mujeres que recibe ayuda. La joven es pediatra y escapó de su patria en septiembre de 2013 por ser perseguida por razones religiosas. “Para salvar a mis hijos decidí abandonar Nigeria con mi familia”. Desgraciadamente, su marido y dos de sus hijas llegaron a Gran Bretaña, mientras que Adi y su hija más pequeña arribaron a Bulgaria.
En estos momentos vive en un barrio capitalino. Al principio suspendieron el procedimiento sobre su estatuto, luego, ella renovó su solicitud, y en marzo de este año la misma fue rechazada. Adi quiere juntarse con su familia en Gran Bretaña. “Mis hijos me necesitan. Cuando hablo con ellos por teléfono, lloran, pero nada puedo hacer. Sé que muchas personas se van ilegalmente, pero yo no quiero hacerlo”. Ahora Adi espera ayuda jurídica de la Fundación “Misión Salvación”.
“La Fundación me ayuda verdaderamente. Por ejemplo, mi hija va a la guardería. Me regalan ropa y comida. Si tengo algún problema, lo comento con ellos. A mi hija le dan de todo – merienda, materiales para las clases de artes. Ella va también a las clases de canto y danzas. Todo es gratis. Nos aseguran transporte desde barrio en donde vivimos hasta el “Palacio de la gente feliz”. Cuando mi niña se enferma tiene asistencia médica y medicamentos. Hacen que tengamos una vida más fácil en Bulgaria. ¡Le pido a Dios que los ayude, que se cumplan sus sueños porque son personas extraordinarias!”.
Versión en español por Ludmila Sávova
Fotos: Cortesía de la fundación “Misión Salvación”
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