El gobernador del Banco Nacional de Bulgaria, Iván Iskrov, por fin dimitió y abandonará uno de los puestos más responsables en el Estado el 10 de julio. Decimos por fin porque esta dimisión fue reclamada y prometida en varias ocasiones después del sonado desplome del cuarto banco búlgaro más importante, el Banco Comercial Corporativo, que socavó las finanzas públicas en junio del año pasado. Las causas por esta quiebra, que originó una enorme nueva deuda pública, todavía se están esclareciendo pero todas las fuerzas políticas, expertos en economía y analistas financieros son unánimes que en este caso la culpa es del Banco Nacional que no logró percibir a tiempo los problemas del Banco Comercial Corporativo, interrumpir las prácticas viciosas en su gestión y adoptar medidas para evitar la catástrofe.

La justicia comenzó a investigar el comportamiento del subdirector del Banco Nacional de Bulgaria en aquel entonces, responsable de la supervisión bancaria, después de lo cual éste fue despedido. Sin embargo, su jefe quedó intacto por las críticas demoledoras, las acusaciones en falta de profesionalidad e incluso en corrupción y las protestas en masa de clientes del banco en quiebra que perdieron parte de su dinero. Según la ley, el gobernador del Banco Nacional de Bulgaria es absolutamente independiente y no puede ser sustituido en contra de su voluntad hasta que expire su mandato. A pesar de esto, la sociedad búlgara, profundamente afectada por el comportamiento del banquero número uno, decidió no permitirle terminar su mandato como si no hubiera sucedido nada. 

Sobre Iván Iskrov fue ejercida presión por todas partes para abandonar el puesto lo más pronto posible. Los más activos fueron el Parlamento, los círculos políticos y el Gobierno. Hubo muchas invitaciones insistentes, amenazas, se escribió y se habló mucho sobre el tema pero a pesar de todo el gobernador pasó por alto esta ola de descontento y siguió gobernando hasta ayer la más importante institución financiera del país.

Al mismo tiempo, los partidos parlamentarios eligieron cuatro candidatos en potencia que ocupen el alto cargo bancario y uno de ellos debe recibir la aprobación de la Asamblea Nacional. A juzgar por sus currículos, cada uno de ellos podría asumir la gestión del Banco Nacional. En este caso lo decisivo será la profesionalidad mucho más que el apoyo político. De momento, los expertos opinan que lleva la delantera el candidato del partido gobernante GERB, Dimitar Radev.

Él no es muy conocido en el país, ya que gran parte de su carrera transcurre en el Fondo Monetario Internacional en Washington y nadie ha hecho públicas unas revelaciones que lo comprometan. La próxima semana, los candidatos a herederos de Iván Iskrov hablarán ante la Asamblea Nacional.

Por muy reclamada, esperada y antagónica que sea la dimisión del gobernador del Banco Nacional de Bulgaria, ésta no es motivo de alegría. Es verdad que todos los analistas y expertos opinan que en estos momentos el sistema bancario del país está en muy buen estado pero evidentemente esto se debe a los propios bancos que sacaron las respectivas conclusiones del desplome del Banco Comercial Corporativo y no a algunas importantes medidas de supervisión por parte del Banco Nacional Búlgaro. 

Ojalá no tengan fundamento las advertencias de algunos expertos de que el pánico que estremece en estos momentos a los bancos griegos por el peligro de quiebra del país pueda resultar contagioso y origine una ola de retiro de dinero de las sucursales de los bancos griegos en Bulgaria. De este modo podría repetirse el caso del Banco Comercial Corporativo que se desplomó después de una presión incontenible por parte de los depositantes, lo cual causó la dimisión de Iván Iskrov.