La UE está a punto de transformarse en comunidad menos tolerante con respecto a países miembros que están dilatando los plazos y no acometen las respectivas reformas. Un mensaje de este tenor se encuentra recogido en la declaración de Martin Schulz, presidente del Parlamento Europeo, ante el semanario germano “Stern”, citada por la Agencia Búlgara de Noticias, BTA. El jefe de la Eurocámara afirma que hay necesidad de instituciones capaces de resolver los problemas del comercio internacional, el clima, la inmigración, los fraudes fiscales y la política monetaria. Según Ilian Vasilev, economista y diplomático, la declaración de Schulz incorpora en el orden del día un problema largamente postergado “sobre la visión estratégica y lo que ha de ser la UE, puesto que por la diferencia evidente en los niveles de integración económica y política, la Unión Europea no puede seguir existiendo en el mismo formato. La crisis griega ha sido simplemente un catalizador de los procesos”, comenta Vasilev.
Bulgaria, a semejanza de Grecia, también pospone largo tiempo el cumplimiento de los compromisos asumidos para reformas. Los cambios más apremiantes son los del sistema de Justicia. Si en Grecia los acreedores de ese país han perdido la confianza en la voluntad y las intenciones del Gobierno heleno de atender el pago de la deuda, en Bulgaria, pues, son los ciudadanos quienes han perdido su confianza en las elites políticas.
¿Se puede apostar por la buena voluntad de los gobernantes o bien es indispensable una presión desde fuera para que ocurra la reforma judicial?
Ilian Vasilev opina tajante: “Habrá una reforma en el sistema de Justicia. Nadie ofrece alternativas. Lo que actualmente está siendo considerado como una confrontación - porque la confrontación manifiesta no puede generar simpatía - es un intento de las personas que no ven su interés en un cambio del Estatus Quo, para aunar posiciones y acordar un tratamiento especial o una limitación de los daños”.
Uno de los terrenos en que la corrupción aparece como particularmente visible es la gestión de los programas europeos. Bulgaria está sufriendo sanciones de diferente tipo: suspensión provisional de los fondos, multas, etc. Sin embargo, hay que decir que, además de disciplina, falta frecuentemente estrategia. El afán aparentemente se proyecta simplemente a implementar los recursos otorgados y, por esta razón, el impacto sobre el sector económico búlgaro no es el óptimo. No obstante ello, Vasilev opina que los recursos europeos impulsan el saneamiento del entorno inversionista en el país.
“Los fondos europeos tienen cuantías pequeñas al constituir de un 6 a un 7 % del PIB. Sin embargo, cuando este dinero se encauza a obras de infraestructura, ayuda a que se sanee el entorno inversionista por que se trata de algo que Europa está vigilando. Es ingenua la idea de que pueda haber un trato especial de los fondos europeos y que, en su manejo, seamos disciplinados y acatemos las normas para la gestión de proyectos, aplicando, al mismo tiempo, otros procedimientos para proyectos con financiación presupuestaria y municipal. En realidad, Bulgaria no ha tenido un mal desarrollo en los últimos 25 años. El PIB ha aumentado varias veces pero los búlgaros no notamos ningún bienestar, producto de este desarrollo”.
Tras la crisis en Grecia, ¿reforzará Europa sus exigencias y criterios ante los países candidatos a ingresar en la Eurozona?
“La UE y la Eurozona no seguirán siendo las mismas tras la crisis griega -comenta Vasilev -. Ya no es problema alguno el que si alguien nos va a aceptar o no como país miembro de la Eurozona. El problema reside en que no hay sentido el que Bulgaria se adhiera a una Eurozona carente de una perspectiva nítida basada en marcos y reglas efectivamente más rigurosos. El debate mucho más sustancial que una disputa de si Bulgaria puede participar en la Eurozona en base al principio de los JJOO. Tenemos que plantearnos algunas preguntas como son: ¿Si entramos en la Eurozona , por qué lo hacemos?¿Cuáles son los riesgos y los provechos?¿Qué otras políticas económicas hemos de promover para mejorar nuestra situación? La Eurozona no es un objetivo en sí, sino un recurso para lograr objetivos.
Versión en español por Mijail Mijailov
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