41176KA. Un vehículo con esta matrícula, según dijeron, habría abandonado a varios kilómetros de la frontera, en territorio búlgaro, al enésimo grupo de refugiados sirios que habían cruzado ilegalmente la frontera con Turquía. Antes, los refugiados habrían sido despojados de todos sus documentos, dinero y celulares.

Las personas que me cuentan esto duermen en la calle en Edirne. En vano trato de persuadirles que no se trata de una matrícula búlgara, ya que de haber sido tal, la primera cifra tendría que ser sustituida por una letra, la X o la Y. Procuro convencerles también de que si tenían pasaportes nada les hubiera impedido solicitar asilo en el propio puesto de frontera sin tener que pagar a traficantes, extraviarse en el bosque y sufrir las mordeduras de un perro rastreador. Esas personas dicen estar dispuestas a reunir nuevamente – mucho dinero e ir tentando más y más su suerte para llegar en forma ilegal a Alemania. Señalan tener una oportunidad de 50 por 50.

Horas antes con los colegas de la France 3, Regis Nusbaum y Noe Salem, habíamos observado la labor de los policías de Fronteras, las inspecciones minuciosas sobre la presencia de personas en los compartimientos de carga de los camiones pesados. El subdirector del puesto de control de frontera y aduana de Lésovo, señor Dimitrov nos indicó el número exacto de los migrantes ilegales detenidos 990, el año pasado, y otros 750 en lo que va de 2015. Esto, sólo en un pequeño puesto de control de frontera en el que la cola de camiones no llega a 1 kilómetro de largo. Desde el propio puesto de frontera y en ambas direcciones se construye la segunda parte de la llamada “instalación disuasiva”, dos filas paralelas de alambre de púas, con varias filas de ovillos de alambre del lado interno y superior de la valla. El objetivo de la instalación está claro para el funcionario del puesto de frontera: debe disuadir a los deseosos a arriesgarse de extraviarse en las zonas boscosas y montañosas y encauzar su flujo al llano. Ni él, ni los guardianes búlgaros y turcos en la frontera, ni el constructor ingeniero Kulaksuzov, con quienes conversamos abrigan ni la más mínima ilusión que una alambrada de 4 milímetros de espesor podrá frenar a gente que huye de las bombas. También lo creen así mis colegas de France 3. Según Noé “la valla sólo frenará a los más débiles”. Mientras tanto, Regis vislumbra más que una ironía histórica en la posición de Europa que apenas librada “de los muros de la vergüenza, se ve precisada a ir construyendo nuevos".



"Tomamos fotos de la alambrada herrumbrosa en la antigua unidad de guardafronteras. Sobre el destartalado portal de la misma se encuentra montada una de las cámaras europeas de vigilancia. Así en aquel momento nos están observando en Eljovo, en Sofía y en cualquier centro de control del sistema de control fronterizo de la UE. Regis opina: “¿Por qué los refugiados se dirigen a Europa? Es que Europa es la región más cercana, más segura y más próspera en la que pueden conseguir asilo y empleo y volver más fácilmente a su existencia normal. ¿Será la valla una solución? No, no lo es, porque las vallas se vienen abajo. No importa que fuera de Europa, el muro entre las dos Coreas sea de más de 50 años. Hay que saber si la valla construida en Bulgaria quedará terminada, eso no se sabe como tampoco si será eficiente. ¿Sabrá frenar a los candidatos a penetrar ilegalmente? Parcialmente sí lo logrará pero no es ésta la solución. Europa Occidental tiene su responsabilidad. Francia, Austria, Alemania no están en la primera línea. Delegan el papel de gendarme, de aduanero, de policía de fronteras a países como Bulgaria y Hungría sin concederles los recursos que esos países necesitan para afrontar eficazmente esta marea de refugiados que en un momento determinado se vuelve ingobernable”.

A pesar de contar con su puesto en los noticieros televisivos de la tarde, el material de Refis fue desbancado por las escenas de brutalidad en las estaciones ferroviarias y autopistas de Hungría, por la foto del pequeño Aylan. Los rátings de los canales de televisión no se interesan por los centenares de nuevos refugiados detenidos que cada día van a parar en el campo de acogida en Jarmanli. El grueso de ellos ya al cursar solicitud de estatuto humanitario lo van abandonando y, así, desde el 28 de agosto hasta el 3 de septiembre de las 1465 personas en el campamento de acogida sólo se han quedado 995. A medio centenar de kilómetros de allá un padre, acompañado por sus dos hijos y su esposa se encuentra reuniendo afanosamente las decenas de miles de euros que les permitirán probar suerte. Su dinero, al igual que el de muchos otros migrantes, alimentará al crimen organizado en el cual la colaboración ostenta un nivel muy superior al de la colaboración paneuropea. Los traficantes tienen sus beneficios garantizados independientemente del resultado final y estas ganancias, a ciencia cierta superan los recursos asignados al control de fronteras y la construcción de nuevas vallas por los que pagamos todos sea cual fuere el resultado final.

Versión en español por Mijail Mijailov
Fotos: Ludmil Fotev