36 000 efectivos, 140 aviones y 60 buques de guerra de más de 30 países miembros y socios de la OTAN participan en el más importante ejercicio militar que celebra la Alianza en los últimos 25 años. El ejercicio se desarrolla en los territorios de Italia, Portugal y España, en las aguas del Mediterráneo y en el Atlántico oriental. Oficialmente, el ejercicio, llamado Trident Juncture-2015, pretende mejorar las capacidades operativas de las fuerzas aéreas, navales y especiales de los países que participan en acciones simultáneas desde varias locaciones dirigidos por diferentes mandos. Las acciones han sido planificadas antes de las acciones militares de Rusia en Siria pero la OTAN no oculta que, debido a las nuevas circunstancias político-militares que se han producido en la región, se hicieron las respectivas modificaciones en el guión. Para demostrar su compromiso con la actitud adoptada también por factores no militares, la OTAN ha atraído a más de 12 importantes organizaciones internacionales, agencias de apoyo y organizaciones no gubernamentales, como también a la Unión Europea y la Unión Africana.

Bulgaria también participa en los ejercicios, si bien de forma modesta. Una sección de la Policía Militar cumplirá tareas en territorio portugués, y otra, del Ejército de Tierra, en el territorio de España. 22 búlgaros integran además otras unidades, bajo mando español y canadiense. Las fuerzas navales de Bulgaria están representadas por la fragata Druzki, con una tripulación de 15 personas, en acciones conjuntas con barcos del Segundo Grupo Marítimo Permanente de la OTAN en el Mediterráneo (SNMG 2).

El que la participación de Bulgaria sea modesta, y hasta simbólica, se ilustra por el hecho de que Portugal, por ejemplo, que demográfica y económicamente es conmensurable con Bulgaria, participa en el ejercicio con 6000 efectivos. Dada la modestia de la participación búlgara, el propósito oficial anunciado: de contribuir a aumentar la capacidad operativa de las Fuerzas Armadas nacionales con las de la OTAN, apenas puede ser primordial. La idea principal es que Bulgaria muestre solidaridad con las acciones de la OTAN en la zona mediterránea.

Sin embargo, en las longitudes y latitudes en que se celebra el ejercicio no actúan sólo las fuerzas de la Alianza Atlántica. En mayo, en el Mediterráneo se desarrollaron maniobras navales conjuntas de Rusia y China. Siempre allí, en junio, realizaron un ejercicio naval Rusia y Egipto, y a inicios de octubre se supo que buques del Grupo de Operaciones de las Fuerzas Navales de Rusia en el Mediterráneo asegurarán la protección de la base aérea cerca de la ciudad de Latakia en Siria, donde hay aviones de guerra rusos.

La concentración, en la región, de factores políticos militares opuestos puede generar, no obstante, no sólo episodios de tensión y rivalidad sino una eventual cooperación. Estos días los militares de los Estados Unidos y de Rusia discutieron posibles medidas conjuntas para mejorar la seguridad y evitar accidentes involuntarios en los cielos de Siria. De momento no hay señales de progreso en el diálogo político-militar pero los Estados Mayores y los Comandos de las operaciones de ambos países en la zona mantienen abiertos los canales de comunicación.