Las víctimas de ataques terroristas en el mundo han aumentado un 80 % en 2014, señala el Índice de Terrorismo Global del 2015 (Global Terrorism Index 2015 http://www.visionofhumanity.org/#/page/our-gti-findings). Según un estudio del Instituto para la Economía y la Paz, el flujo de combatientes extranjeros hacia Siria e Irak continúa también en 2014-2015. El mayor porcentaje corresponde a Rusia y los países occidentales, pero hay también un número importante de combatientes extranjeros de los Balcanes Occidentales.

Skënder Perteshi, investigador del Centro kosovar para Estudios de la Seguridad, comenta para Radio Bulgaria el fenómeno del extremismo. Según él, el extremismo ha llegado a los Balcanes de Egipto durante las guerras en Bosnia y Kósovo.

El extremismo o la radicalización es un fenómeno nuevo, no sólo en Kósovo sino en toda la región. Sin embargo, no lo es a nivel global. Los combatientes de los Balcanes que se van a luchar en Siria o Irak no necesariamente sienten odio hacia el Occidente. En la mayoría de los casos se van para apoyar a los musulmanes pero, sin darse cuenta, terminan formando parte de grupos extremistas. Es un fenómeno que está y que seguirá creciendo, dice Skënder Perteshi.

Según el analista, el perfil de los combatientes es, en su mayoría, de hombres jóvenes sin educación que viven en condiciones económicas y sociales difíciles. Los motivos principales que los impulsan son diversos: una idea equivocada sobre la religión, formación deficiente, clase política corrupta, escaso desarrollo económico y aislamiento de los Balcanes Occidentales. Para Skënder Perteshi la lucha contra el extremismo no es lucha contra los individuos, sino contra la propia ideología.

El extremismo no puede ser contrarrestado con el Código Penal o mandando a todos a la cárcel. Hay muchos líderes que han estado en la cárcel y es precisamente allí donde se les ocurrió la idea de fundar organizaciones extremistas. Contra esto no se puede luchar con penas de prisión, sino con políticas sociales a largo plazo y programas de reintegración. Los grupos extremistas no podrán ser combatidos por la sociedad secular. El extremismo debe ser combatido por la comunidad musulmana, ya que los extremistas se consideran musulmanes, y la propia comunidad musulmana considera que ellos han abandonado la fe. Cooperar con la comunidad musulmana es el arma más fuerte contra el ISIS. Las sociedades seculares en Europa y en nuestros países deberían ser un poco más abiertas hacia los creyentes. Porque el que una persona sea creyente no significa que sea extremista. Tener otras creencias no necesariamente implica ser extremista. Abramos el debate sobre cuáles son los problemas que tenemos e intentemos solucionarlos en vez de permitir que los grupos extremistas se aprovechen de nuestras discordias, exhorta Skënder Perteshi.

¿Cuál es el riesgo para los Balcanes cuando esta gente empiece a regresar a sus países?

No veo ningún riesgo potencial directo para los países de los Balcanes Occidentales de parte del ISIS. No somos blanco para estos grupos extremistas. Su objetivo pueden ser Francia, Gran Bretaña, EE.UU, Europa Occidental, donde un acto terrorista tendría una repercusión mucho mayor. En los Balcanes el terrorismo no es uno de los grandes riesgos potenciales. Nosotros tenemos problema con la corrupción, la estabilidad política y la cooperación regional. Éstos son los riesgos más importantes, así como la delincuencia organizada; el extremismo tiene un nivel medio de riesgo aquí, explica Perteshi. Según el analista, la falta de estabilidad en Bosnia y Herzegovina y en la República de Macedonia son los focos de la crisis en la región.