El primer ministro británico David Cameron arribó ayer de visita oficial a Sofía para cotejar la hora con las autoridades búlgaras sobre un tema fundamental para Londres: el reclamo de Gran Bretaña de reformar la UE. De guarnición, como temas de la visita fueron anunciadas, además, la lucha contra el terrorismo y la crisis de los refugiados. El anfitrión búlgaro, el premier Boyko Borísov, mantuvo conversación en privado con el distinguido visitante; esta es la primera visita en Bulgaria de un Primer Ministro de la Isla en 16 años, según las estadísticas diplomáticas.

Cameron llegó a Bulgaria algunas horas después de que Gran Bretaña, al recibir luz verde de su Parlamento, asestara sus primeros golpes aéreos en Siria contra objetivos del autodenominado Estado Islámico. “Es importante destruir el Estado Islámico ahí donde existe, en Irak y en Siria”, declaró en Sofía Cameron y exhortó a reforzar el intercambio de información para combatir el terrorismo. En este contexto el visitante elogió a Bulgaria por haber aumentado su presupuesto militar. Por su parte, Borísov pidió que Londres continúe apoyando la política de cohesión y los proyectos de infraestructura en este país. En cuanto a la crisis de los refugiados el visitante declaró que es necesario pensar cómo fortalecer las fronteras exteriores de la UE, como lo es también Bulgaria, y aseguró que el Reino Unido tiene participación importante en la solución de este problema.

Volviendo al tema principal debido al cual Cameron eligió a Sofía como una de las escalas en su gira por algunos países del Viejo Continente: su demanda de reformas, o mejor dicho renegociar los principios europeos. El Premier británico demostró ser realista y manifestó que en la cumbre en Bruselas a mediados de este mes de diciembre no es probable que se llegue enseguida a un acuerdo entre Gran Bretaña y los demás 27 países miembros de la UE. “Quisiera que Gran Bretaña quedase en una Unión Europea reformada pero no será fácil”, señaló Cameron dando de esta manera a entender que el llamado Brexit o salida del Reino Unido de la UE todavía no debe ser descartada.

¿Cuáles son las condiciones de Londres? Hace unas semanas, el Primer Ministro británico presentó oficialmente algunas reclamaciones para que su país se quede en la UE; la principal de ellas es reconocer que la UE es una comunidad con gran número de monedas nacionales y, además, que los contribuyentes de los países fuera de la zona euro no sean involucrados en lo financiero en operaciones que apoyan el euro. Como es sabido, Gran Bretaña no es ni tiene la intención de convertirse en un país de la eurozona.

Otra demanda de Londres, que implica directamente a Bulgaria, es que los inmigrantes en la Isla, procedentes de nuevos países miembros de la UE, puedan beneficiarse de los derechos sociales vigentes en el Reino Unido apenas después de que hayan trabajado 4 años en la Isla. Para todos está claro que semejante exigencia es totalmente contraria al principio de no discriminación, fundamental en la UE, según el cual no se puede dar un trato diferente a los ciudadanos europeos. En cuanto a este escollo David Cameron está entre el yunque y el martillo. Por una parte, está presionado por los miembros de su partido que insisten en que esta restricción se aplique, y por otra, la mayoría de los países miembros de la UE rechazan ese principio.

Todavía se desconoce qué posición adoptará Sofía respecto a las demandas de Londres. Por lo menos esto no quedó claro de las declaraciones públicas durante la visita de Cameron en la capital de Bulgaria. Esperemos que las autoridades búlgaras se desembaracen de sus complejos de vasallos y protejan los intereses de Bulgaria como país miembro de la UE.