Alemania, Dinamarca y Suecia han asegurado ante la Comisión Europea que se reducirán al mínimo las extraordinarias medidas de control en sus fronteras. Esto trascendió el 6 de enero al término de la reunión promovida por Dimitris Avlamópoulos, comisario europeo de Migración, Asuntos Internos y Ciudadanía, con representantes de los tres países citados, motivada por la reacción en cadena que se tradujo en el restablecimiento del control fronterizo entre estos países. El comisario manifestó que eran los países que son un auténtico ejemplo de solidaridad europea, hospitalidad y libre circulación de personas y resaltó que la vía única reside en la decisión europea de todos los 28 países miembros de la UE. La situación surgida con la restauración temporal del control de fronteras en Schengen la comentará la eurodiputada búlgara por el partido GERB María Gabriel, vicepresidenta del grupo parlamentario del Partido Popular Europeo.

El restablecimiento provisional de este control fronterizo se encuentra incluido en el propio Código del espacio Schengen. Pero, veamos también lo positivo en estas medidas que, a veces, permiten desestabilizar las redes delictivas que se aprovechan del tráfico de migrantes y de la crisis de refugiados. Mientras estas  redes se encuentren confundidas y perplejas intentando reestructurarse, los servicios especiales podrán recabar información valiosa sobre su actividad. Al referirnos a Dinamarca  o a Suecia, que introdujo el control fronterizo el 12 de noviembre de 2015, vemos que se ha producido un descenso en picado en el número de las solicitudes de asilo. Por otra parte, la solución del problema no se encuentra en  la frontera de tal o cual país. Se trata de una solución  paneuropea y no reside en cerrar las fronteras. Lo que conviene recordar es que el  Espacio Schengen no significa únicamente una libre circulación de personas sino que es, además, un espacio de seguridad, de intercambio de datos y de control en las fronteras exteriores .Es el elemento clave que en los últimos años no ha sido central. Además del control en las fronteras exteriores de la UE, el intercambio de datos ha de ser sistemático. Es necesario, asimismo, que  el banco de datos del Sistema de Información de Schengen pueda ser consultado también por otras agencias: hasta ahora la Frontex y, en el futuro, la Agencia Europea de Fronteras y Costas. El intercambio de información se debe efectuar en tiempo real para que la reacción sea oportuna. Además, hay que hablar también de un control sistemático de todos, incluso de quienes poseen pasaportes del espacio Schengen , cada vez que entran o salen de la UE. Esto no ha sido aplicado hasta ahora.

Todo esto se encuentra contemplado en la nueva Agencia  Europea de Fronteras y Costas, tema debatido desde hace años:

En diciembre pasado el comisario europeo Avramópoulos y el vicepresidente de la CE Timmermans manifestaron con claridad que lo que pretendemos lograr con la creación de esta agencia es que las fronteras exteriores de la UE sean una responsabilidad compartida en cuanto a su gestión. Por esto es muy importante conservar, por un lado, el principio de la libre circulación de personas, pero, por el otro, mejorar la seguridad de la UE y gestionar con eficacia los procesos migratorios. Por esto, por la experiencia que tiene acumulada la Frontex se incorporará a la nueva agencia. En los últimos meses se hizo mucho para reforzar la Frontex. Ésta no disponía de equipamiento propio y utilizaba el que los países miembros podían poner a su disposición. La nueva agencia  contará con un equipamiento técnico que le permitirá desplegar, en un tiempo de hasta 72 horas, equipos para situaciones de crisis y, además, contará con una reserva de funcionarios:1500 expertos. Por otra parte en la propia agencia funcionará un Centro de Monitoreo y Análisis del Riesgo que es, a mi juicio, uno de los elementos clave. Muy frecuentemente se le critica a la  EU de ir tras los acontecimientos. Nos costaría mucho menos la labor de prevención y este centro  contribuiría en gran medida a ello. Para mi es muy importante que, por fin, esta agencia contará con mandato para organizar operaciones conjuntas con terceros países, porque la migración no se origina en las fronteras de Europa. Será sumamente importante la forma en que se pondrá en funcionamiento el mecanismo de toma de decisiones. Si hubiera necesidad de actuar en un país miembro de la UE importará mucho atender también la posición de éste para no violar el principio de subsidiariedad. El otro debate consistirá en identificar con claridad meridiana que el alcance de la actividad de la nueva agencia se extenderá hasta las fronteras exteriores de la UE y no se  limitará únicamente al Espacio Schengen. De lo contrario Bulgaria y Croacia se verán metidas en una posición  bastante delicada.

Desde Bruselas María Gabriel ve el acceso de Bulgaria a Schengen así:

Creo que lo que  Bulgaria ha manifestado junto con el primer ministro Borisov  y su gobierno es un comportamiento marcadamente paneuropeo. Bulgaria  cumple concienzudamente sus compromisos. Ha cumplido los criterios técnicos hace ya años. Lo que veo como muy importante es que existe una mayor claridad sobre el hecho de que, al custodiar sus fronteras, Bulgaria no sólo garantiza la seguridad de sus ciudadanos, sino también la de Europa. En medio de toda esta situación complicada y dramática en la que fácilmente pueden surgir reflejos nacionalistas, Bulgaria no es un país que amenaza ni tuerce manos. Es un comportamiento digno que, a mi juicio, a largo plazo continuará ofreciendo ventajas a Bulgaria. Este hecho nos depararía argumentos complementarios a la hora de continuar los debates sobre  los procedimientos a reformar para hacerlos válidos para todos.

María Gabriel indicó que  Bulgaria cuenta para su adhesión a Schengen, con el apoyo del Parlamento Europeo y de la Comisión Europea, pero hizo recordar que la decisión a tal fin deberá ser tomada  por mayoría plena por el Consejo de Ministros. La postura de los países comunitarios con recelos respecto a Bulgaria la explicó la eurodiputada búlgara con el tipo distinto de las tácticas aplicadas y con la existencia de problemas políticos internos. La eurodiputada búlgara dijo que para ella lo esencial sería ver si  ya no es hora de  votar, con respecto a tales asuntos, con  mayoría cualificada, antes que por unanimidad, ya que ésta  resulta improductiva con la existencia de 28 países miembros de la UE.