En 2015 un equipo de personas jóvenes y ambiciosas creó una página virtual cuyo objetivo es conocer mejor nuestro país y la ciudad en que vivimos, así como ayudarnos a redescubrir lugares bien conocidos mediante la historia y las personas vinculadas con éstos. La campaña 50 lugares que visitar en Bulgaria logra recuperar el interés de los búlgaros por los viajes en su país, mostrarles que incluso a unos kilómetros de la ciudad en que viven hay sitios de los cuales no saben nada. Después de cierto tiempo fue publicado el primer libro – guía gracias a la cual los búlgaros descubren destinos desconocidos en Bulgaria. Más de 9 mil fueron los ejemplares vendidos y más de 600 mil las visitas la página web de la campaña. Felices de este éxito los autores publicaron otro libro e iniciaron una campaña nueva con 50 retos para los búlgaros que viajan en 2016. 

Les reuniremos con la encantadora María Anguelova, redactora jefe del sitio para viajes. Ella trabaja sobre el proyecto desde hace seis años y todo el equipo que participó en la creación de los dos libros viaja por el país durante todo el año en busca de lo desconocido. 

He aquí lo que dice María:



La idea de crear estos dos libros vino de nuestro círculo de amigos y de los usuarios de la página web. Ellos nos dijeron que en Bulgaria no tienen dónde ir y por esto prefieren los destinos turísticos extranjeros. Por esto decidimos provocarlos con nuestros libros. Nuestro afán era presentar diferentes destinaciones, montañas, ciudades, museos, santuarios tracios y lugares interesantes de los cuales no se sabe mucho. Un ejemplo de ello es la ciudad de Dimitrovgrad, en el sudeste de Bulgaria, una población creada durante el socialismo gracias a la labor de personas jóvenes. Esta ciudad difícilmente podrá atraer a turistas por su historia pero allí fue creada una interesante atracción: un banco gigantesco. Cada persona que se sienta en él se siente como un enano. Resultó que este destino despierta un enorme interés en los adultos que tal vez allí se sienten como niños.  

En 2016 los autores de la guía decidieron ampliar el espectro de los retos y aparte de viajar, pasear y tomarse fotos, incitar a los viajeros que sean más activos e ir aprendiendo cosas interesantes. Por ejemplo, si van a un lugar donde hay una fortaleza, aprender todas las leyendas vinculadas con ella, los sitios secretos donde sucedieron los acontecimientos y pasear por los lugares en que los reyes dejaron sus huellas. En la guía hay propuestas de interesantes destinos que para los aficionados al kayakismo y al deltalanerismo. Los lectores de la guía aprenderán dónde y cómo pueden elaborar objetos de arcilla para dar rienda suelta a su creatividad, donde pueden dormir en una casita prehistórica o cómo trasladar la oficina en el bosque. El equipo asume esta actividad como una de sus causas y tiene la ambiciosa intención de editar la Guía 2016 en inglés para presentar a los viajeros extranjeros una visión diferente hacia Bulgaria. Preguntamos a María qué es Bulgaria para ella.   

Para mí Bulgaria es un viaje sin fin que nunca podrá terminar. A medida que viajo por el país descubro más senderos ocultos, historias no contadas y leyendas no descubiertas. Para mí lo más valioso son las personas que conocemos por el camino ya que son los autores de las guías porque nos contaron la historia de los lugares que conocimos, dice con orgullo María Anguelova.  

Si en busca de lo desconocido y lo inesperado ven un banco no lo piensen dos veces, sino siéntense. El banco puede ayudarles a dar con algo interesante.