Hace cinco años Tódor Tumbálev dejó la vida en la pequeña villa de Stambolíyski donde nació y se fue a Londres para probar fortuna. Su sueño es aparecer en alguna prestigiosa revista de moda, y también convertirse en un diseñador que dicte la moda en la ropa. Y mientras camina por el camino difícil hacia el éxito no olvida de dónde partió.

Para mantenerse,Tódor trabaja de todo: en la construcción de casas, ayuda a compañeros de destino encontrar sustento, recluta estudiantes para las universidades, atiende a los comensales en eventos de alto nivel, promociona productos. Sin embargo, independientemente de todo aquello a que se dedica, no abandona su sueño de crear su propia marca y conquistar el mundo con sus colecciones de moda. Paralelamente con sus estudios en Negocio en una universidad irlandesa con sede en Londres hace ya sus primeros pasos en el ámbito del estilismo.

Quiero dedicarme a la moda, concretamente ser modelo y diseñador – dice Tódor –. Tengo la intención, al graduarme, iniciar mi propio negocio en esta esfera. Mi idea es crear una marca que personifique mi estilo y mi visión de la moda. Ya tengo un portafolio, sesiones de fotos y algunas cosas hechas en base de mi diseño. Pero todavía estoy en el principio y creo que podré lograr mis propósitos en los próximos años, paso a paso.

Aunque vincula sus esperanzas de desarrollo a la capital británica, Tódor Tumbálev no olvida su ciudad natal, donde pasó su infancia y se formó su carácter. Lleno de gratitud, siente que ha llegado el momento de devolver el gesto.

La villa de Stambolíyski era un magnífico lugar, sobre todo en términos de deporte. Ofrecía a los jóvenes muchas oportunidades deportivas – explica el joven –. Yo y todos mis amigos hemos hecho algún deporte y eso nos ha formado como individuos y nos ha ayudado para el futuro. De hecho, muchos de mis amigos siguen practicando deportes de forma activa.

Así, en el niño de antaño, al que le gustaba lanzar la pelota en el cesto de básquet y jugar al fútbol en el estadio, surgió la idea de ayudar a los niños de su ciudad natal que practican deportes.

La idea nació espontáneamente, y una gran ventaja para su realización tuvo el hecho que Stambolíyski tiene un nuevo alcalde que quiere desarrollar el deporte – prosigue Tódo r–. La iniciativa es muy simple: del día uno al veinte de cada mes, los que vivimos en el extranjero donemos un mínimo de cinco libras esterlinas, cinco euros o cinco dólares, dependiendo de dónde residimos. El día veinte de cada mes informaré qué suma hemos recaudado y este dinero será invertido en la compra de artículos concretos como pelotas, raquetas para tenis de mesa o equipamiento para todos los seis clubes deportivos. Además, estaremos en contacto con la persona responsable del desarrollo de la juventud y el deporte en la ciudad.

Tódor Tumbálev divulgó su idea en Facebook. En un grupo, creado especialmente, anunció una cuenta bancaria en moneda extranjera; pronto habrá una en moneda nacional búlgara. A pesar de que la iniciativa arrancó oficialmente en febrero, las primeras donaciones se recibieron con anterioridad, incluida una que ascendía a 100 libras esterlinas. Han respondido también muchas personas que viven en Bulgaria.

Para mí, el deporte significa mucho; es salud pero también es más que eso – explica sus motivos Tódor –. El deporte me enseñó a ser disciplinado y organizado, a respetar a la gente, independientemente de si comparte o no mi posición, a tener más confianza en mí mismo. Todos estos factores me ayudan a vivir una vida cabal. Actualmente, el ambiente en Bulgaria no está formando a la gente de buena manera desde el punto de vista de los valores morales, de las actividades, y en las ciudades pequeñas las cosas están muy mal. Por eso para mí es importante hacer algo para rectificar esta situación. Y si la gente no puede vivir mejor, al menos que tenga lo que he tenido yo mientras crecía y evolucionaba. Para mí, el deporte es formación y educación.

Tódor Tumbálev se siente feliz en Londres. Dice que, al igual que los demás, no puede predecir su futuro, pero cualquier cosa que haga de alguna manera estará relacionada con Bulgaria. Y de hecho ya lo hace.

Versión en español por Daniela Radíchkova