Hoy es el Domingo del Perdón y mañana comienza la Cuaresma. Por tradición la Cuaresma dura siete semanas y termina con la Pascua de Resurrección. Sirni Zagovezni, o sea, el último día en que se consumen productos lácteos antes de la Cuaresma, es el día que marca el inicio del más largo periodo de abstención en el calendario ortodoxo. En las diferentes partes del país existen otras denominaciones que están vinculadas con las costumbres características que se practican durante todo el día.
Desde luego, el elemento más sustancial de toda la fiesta es la mesa festiva alrededor de la cual se reúne la familia. Antes de esto se realiza el rito del Perdón. Otrora éste se ejecutaba durante toda la semana antecedente al Domingo del Perdón. Ese día del Perdón, respetando la jerarquía, los jóvenes iban a casa de los ancianos. Las familias jóvenes visitaban a sus padres y los recién casados, a sus padrinos. Hacían una reverencia, besaban la mano y decían: “¡Perdóname!” La respuesta habitual era: “Que nos perdone Dios. Que seas perdonado”. Después de intercambiarse estas réplicas se sentaban a la mesa. Era obligatorio que uno pidiera y recibiera perdón de la persona que ocupa una posición superior que él en la comunidad. Apenas entonces podía sentarse a la mesa y consumir los respectivos manjares.
El Domingo del Perdón por la mañana los jóvenes visitan las casas y piden perdón mientas que las mujeres preparan la comida en casa. A juicio del estudioso Dimitar Marinov, algunos servían en la mesa pescado, mantequilla, huevos y leche, o sea, los productos que están prohibidos durante la Cuaresma. Hoy en día la Cuaresma no es algo obligatorio como era antes. La abstención de los alimentos de origen animal para todo el periodo de 49 días es cuestión de una elección personal. Antes de sentarse a la mesa, los miembros de la familia se perdonaban mutuamente.
Otrora las amas de casa repartían alimentos lácteos a los pobres que no tenían qué consumir.
El rito más alegre es el llamado jámkane, que se practica después de la cena con un huevo hervido y turrón blanco. A pesar de que el turrón blanco entró bastante tarde en la dieta del búlgaro, es un producto obligatorio en la mesa del Domingo del Perdón en muchas partes de Bulgaria. El huevo o el turrón se atan con un hilo rojo o con una marteniza y se cuelgan en el techo. En el mismo hilo, un poco más arriba, se ata un pedazo de carbón. El hilo se balancea y cada uno trata de captar con la boca, sin ayudarse con las manos, el carbón, el huevo o el queso. Después el carbón se guarda para que sirva cuando se deshace un mal de ojo o cuando es necesario curar a alguien. Antes del huevo se consumía solo la clara y la yema junto con el queso se guardaban como un remedio para los enfermos. El hilo rojo se quemaba algunas veces y se hacían votos para la buena cosecha, para el ganado, las colmenas, etc. Por ejemplo, si el fuego consumía el hilo con gran rapidez al hacer el voto para el trigo, esto significaba que la cosecha sería abundante. También se hacían votos para las mozas o los mozos de la familia y si el hilo ardía con rapidez esto significaba que pronto se casarían.
Otra costumbre muy característica era el llamado Óratnik. Este rito también tiene diferentes denominaciones en las distintas partes del país, en dependencia de la manera en que se realiza. Por ejemplo, en la región se Samokov, denominaban óratnik a un árbol partido en dos y relleno de paja. La paja se encendía y se hacían votos para una moza y un mozo del pueblo. El Domingo del Perdón se encendían fuegos de paja lejos de las casas. Los mozos saltaban las llamas y las mozas bailaban rondas típicas joro. Mientras ardían los fuegos los mozos disparaban con sus escopetas para que nacieran más corderos y para que las colmenas estuvieran llenas de abejas. En algunas aldeas a la paja añadían sarmientos, ramos de enebro, hojas de tabaco, etc. o encendían telas empapadas de alquitrán para que haya más luz.
Los jóvenes que se intercambiaban promesas de amor en esta noche pero que no se desposaban en invierno podían separarse hasta el otoño o hasta la primera tertulia. De este modo estaban libres y podían escoger a otra pareja. Con el fuego y su fuerza vivificante está vinculado el rito en que cada mozo preparaba decenas de flechas. Las untaban con alquitrán y no era nada fácil lanzar estas flechas. Por esto los mayores enseñaban a los jóvenes cómo dispararlas el día de san Atanasio ya que era prohibido hacerlo antes de esta fecha. Cuando se encendían los fuegos, los mozos comenzaban a lanzar las flechas hacia las casas de sus amadas. Estas flechas volaban en la oscuridad dibujando un bello arco. El mozo dedicaba cada flecha: la primera era para Dios, la segunda para la amada, la tercera para los padres, etc. En cada casa preparaban recipientes llenos de agua para apagar las ardientes señales de amor y cubrían los techos de telas mojadas. Aparte del patio de su amada el mozo trataba de lanzar sus flechas a los patios de otras mozas. Al día siguiente los familiares de las muchachas recogían y contaban las flechas que eran un signo de la popularidad de sus hijas.
Versión en español por Hristina Taseva
Madlen Bozhilova Amín es portadora del premio Tesoro humano vivo de la UNESCO para el año 2021 por un proyecto relacionado con la elaboración de una prenda de vestir antigua típica de la región de Kyustendil, denominada saya . Hace tiempo la búlgara..
Al igual que muchos otros países europeos, Bulgaria tiene cientos de miles de ciudadanos que han elegido vivir en el extranjero. En general, podríamos dividirlos en dos tipos: la antigua y la nueva emigración. Las razones para acabar en el extranjero..
Por octava vez la ciudad de Kardzhali acoge el Festival Folclórico de los Clubes de Aficionados a los bailes tradicionales Perpera. El foro reunirá hoy en el podio del teatro en Kardzhali más de 420 bailadores de todo el país. Ellos interpretarán sus..