La Pascua, la mayor celebración del cristianismo, ha estado durante siglos entre las más importantes tradiciones populares. Muchos de los rituales de esta época están influenciados por la iglesia. Los científicos, sin embargo, han estudiado y descrito una serie de reliquias de claro origen pagano y de carácter religioso-mitológico. Hablamos de algunas de las costumbres, creencias y leyendas sobre esta celebración en esta edición de Folk Studio preparada por Albena Bezovska.

La mayoría de creencias sobre la Pascua están relacionadas con los huevos rojos. Tienen fuerza mágica, especialmente los primeros huevos pintados en la madrugada del Jueves Santo. En la tradición popular el jueves es un día en el que no se debe meter la mano en el ponedero de las gallinas, pero el Jueves Santo es la excepción. Como escribió el famoso etnógrafo búlgaro Dimitar Marinov, "Estos huevos recolectados el Jueves Santo se dejan a un lado. Se cuentan, se lavan y se pintan los primeros. Los demás huevos se hacen después".

El huevo más fuerte es el que se ha puesto en primer lugar. El agua en la que se disuelve el tinte es "silenciosa", es decir, cogida en silencio de tres pozos distintos por niñas puras. Con ella se renueva el fermento del pan una vez al año, el Jueves Santo. Los primeros huevos rojos se ponen en un tamiz forrado con un paño limpio para que el sol los vea y sonría. Esos huevos tienen una fuerza especial para proteger y curar. Con ellos se llevan a cabo un gran número de rituales, algunos comunes a todo el país y otros característicos de regiones concretas. Las canciones que cantan las mujeres y las mozas mientras pintan los huevos normalmente están dedicadas a sus seres queridos. Las chicas cantan para su pretendiente elegido y soñado, las novias para su marido, descrito como un "atractivo héroe y guerrero". 

Como ya hemos mencionado, hay mucha evidencia que apoya la tesis de que la Pascua ortodoxa ha reemplazado a una celebración pagana que ha dejado su huella en algunos de estos ritos. En su libro "Celebraciones y leyendas búlgaras", el etnólogo Nikolai Nikov cita una antigua leyenda sobre la aparición de esta fiesta. Cuenta que hace mucho tiempo Dios vivía entre los hombres, los ayudaba y los curaba. Entonces existía un reino dominado por un mago malvado, que había encerrado el agua y el sol en una cueva bajo nueve candados. La gente trabajaba de sol a sol, pero sin agua ni sol nada crecía. La hierba se secaba, los animales y las aves morían. En alguna parte en la montaña vivía un hombre con sus dos hijos, niño y niña. Un día fue al bosque a buscar raíces para comer, y ahí talló un huevo de madera pintado con tierra roja y decidió dárselo a los niños para jugar. Al volver a casa puso el huevo junto a las cabecitas de sus hijos para que lo vieran al levantarse por la mañana. Durante la noche se le apareció en sueños un anciano de barba blanca y le advirtió que el mago malvado vendría a su casa para llevarse a los niños. Le dijo que no tuviera miedo y que tomara en sus manos el huevo rojo, y desapareció. Ese anciano era Diado Velikden, el Abuelo Pascua. Al día siguiente llegó el mago en una carroza tirada por un dragón. Irrumpió en la casa, pero el padre hizo lo que se le había dicho en sueños: cogió el huevo y lo sostuvo por encima de su cabeza. En ese momento una intensa luz iluminó la tierra cegando al mago, que perdió su poder. La gente pudo entonces romper los candados y liberar el agua y el sol. Los árboles volvieron a brotar, los pájaros y los animales regresaron al bosque y todos los seres vivos resucitaron a una nueva vida. Desde entonces se celebra el día del Abuelo Pascua y se pintan huevos rojos.

El Domingo de Resurrección marca el fin de la mayoría de prohibiciones. Un elemento indispensable de los rituales festivos son los columpios que tienen un fuerte significado protector y mágico. Las canciones que se cantan en los columpios y los bailes versan de dragones, hadas, liberación del agua, fertilidad y futuros matrimonios. Ese día las chicas que participan en el ritual "kumichene" se visten por primera vez como "chicas completas", con camisa, vestido nuevo, collar de cuentas, coronas de flores, pulseras y ramilletes. Se baila la ronda típica con motivo de la Pascua. El mundo se enfrenta a un nuevo comienzo, y el círculo de la danza ritual imita la forma del sol, un culto universal desde la Antigüedad.

Versión en español por Marta Ros