Durante la semana saliente el primer ministro rumano, Dacian Ciolos, estuvo de visita en Bulgaria. Las conversaciones con su homólogo búlgaro, Boyko Borísov, mostraron que últimamente las relaciones entre los dos países además de ser activos han ido evolucionando. Dos días antes de la reunión Borísov–Ciolos, la compañía búlgara de transporte de gas Bulgartransgas y su socia rumana Transgaz acordaron construir un ducto de reserva anexo al interconector Bulgaria–Rumanía. El interconector estará listo en el plazo de tres meses y permitirá el comercio de gas natural en la región. Los Primeros Ministros de los dos países señalaron que la nueva circunstancia es una premisa para la ampliación y modernización de la red de transporte de gas y para el desarrollo de la producción nacional de gas natural. Dacian Ciolos apuntó que en la agenda de las próximas conversaciones entre los Gobiernos de los dos países figurará la creación de una red común de transmisión y transporte de gas en toda la región.
Durante el verano o a inicios del otoño, los dos países trabajarán juntos, a nivel de Primeros Ministros y Ministros de Exteriores, en temas bilaterales, y también en temas en las que tienen intereses y relaciones comunes con Moldavia y Serbia. Esto supondría llevar las relaciones bilaterales a un nuevo, multilateral nivel.
Sofía y Bucarest coordinarán sus intereses comunes tanto con respecto a los países vecinos, como en cuanto a la seguridad de las fronteras exteriores de la UE y Schengen, la abolición del régimen de visados por parte de Canadá para los ciudadanos de los dos países, y en apoyo al flanco oriental de la OTAN. El nuevo desarrollo en las relaciones búlgaro-rumanas crean expectativas de un auge aún más significativo de las mismas. Aunque en el pasado Bulgaria y Rumanía por tradición se trataban mútuamente con reserva, en los últimos años los dos países profundizaron sus relaciones económicas de modo significativo. Rumanía se ha convertido en el tercer socio comercial más grande de Bulgaria en la UE, en el período comprendido entre 2003 y 2010 el comercio bilateral aumentó ocho veces, y en 2013 alcanzó un total de 3,500 millones de euros. La cooperación cubre no sólo la conectividad en la esfera de la energía, sino también en la de la infraestructura, con nuevos puentes, una unidad hidroenergética conjunta en el río Danubio y partenariado entre los municipios del Danubio en el marco de la Estrategia del Danubio y el Programa de Cooperación Transfronteriza Bulgaria–Rumanía; toda una serie de nuevos desarrollos en las relaciones entre ambos países, que ya no son cuestión de años sino de meses.Versión en español por Daniela Radíchkova
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