Uno de los símbolos de Bulgaria, la rosa oleaginosa, ya tiene museo nuevo. Se encuentra en el parque Rozarium en la ciudad de Kazanlak y presenta la historia de la producción del aceite de rosa oleaginosa y otros productos elaborados con esta flor real en las tierras búlgaras. En realidad, su primera exposición fue inaugurada en 1967 y dos años después se convirtió en museo. Hasta no hace mucho se encontraba en el Instituto de la Rosa y los cultivos de aceite esencial de la ciudad. Ahora se encuentra en un bello edificio renovado y es parte del Museo Histórico Iskra, de Kazanlak. La muestra ha sido renovada. Es considerado el único museo de esta índole en el mundo.

Se considera que en esta parte de Bulgaria la rosa oleaginosa de la especie Rosa damascenа, fue traída de Damasco, Siria, en el siglo XVII. Allí la rosa encontró las condiciones idóneas para su cultivo. 

El clima es suave en el mes de febrero cuando comienzan a formarse los pimpollos de la rosa, el invierno también es suave, cuenta Velichka Todorova, guía turística en el museo. Otro factor importante para el cultivo de esta especie de rosas es que el suelo es muy apropiado, ya que durante el invierno la planta no se congela debido a que el suelo no contiene agua. Se sabe que en otras regiones de Bulgaria también trataron de cultivar la rosa oleaginosa pero sin resultado, pues la planta se congelaba en invierno. El otro factor desfavorable es que si lograban cultivarla en alguna parte, durante la recogida de las flores no tenían los especialistas y tenían que contratar a gente de la región de Kazanlak, lo cual encarecía adicionalmente el aceite de rosa. Así la elaboración del aceite de rosa quedó en nuestra región a causa de sus condiciones geográficas específicas. Aparte de la región alrededor de Kazanlak, la rosa oleaginosa se cultiva en la región de Karlovo y en Strelcha. Este es el Valle de la rosa.

A lo largo de los años en Bulgaria se cultivaban otros tipos de rosas. A fin de cuentas, se consolidó el cultivo de la rosa de Kazanlak, de la especie de Rosa damascenа que hoy ocupa casi toda la superficie plantada de rosas. A diferencia de otras especies, la rosa oleaginosa florece una vez al año, pero su fragancia es magnífica. Habitualmente, florece desde mediados de mayo hasta el 10-15 de junio, señala Velichka Todorova.

La flor de la rosa se recolecta en la madrugada, a las 4-5 de la mañana, cuando hay rocío. Esto no es casual, ya que es entonces la rosa da mayor cantidad de aceite. Cuando el sol comienza a brilla, la rosa se vuelve pegajosa, lo cual significa que parte del aceite se evapora. Por esto es aconsejable que, cuando sea recolectada, la flor se lleve a la destilería y comience a procesarse. Si esto se hace con mayor rapidez se extraerá más aceite.

En la exposición museística podemos ver una antigua destiladora de aceite de rosa. Instalaciones de esta índole fueron utilizadas en los siglos XVIII y XIX e incluso a principios del siglo XX. Se construían en proximidad de un río, ya que el agua era necesaria para que se enfriaran. Velichka nos muestra una caldera en que la correlación era de 1 a 4, o sea, 15 kilogramos de flor de rosa por 60 litros de agua. Debajo de la caldera se encendía fuego y así se hervían las flores. Este proceso duraba unas 5 horas. Para que se produzca aceite de alta calidad hace falta una destilación doble. Dicho en otras palabras, el aceite se elabora como el aguardiente. Se considera que este tipo de destilación fue inventado por los búlgaros que tenían experiencia en la elaboración de aguardiente. Así, en el siglo XVIII se implementó la doble destilación en la producción de aceite de rosa oleaginosa.

Nos llama la atención un interesante recipiente de metal, llamado kunkum, que tiene forma circular, y en que se conservaba el aceite de rosa. En él cabían unos 200 kilogramos. Lo que los hace algo único es que no ha sido utilizado en los últimos 70 años pero, al abrirlo, se siente el aroma de las rosas. Esta es una prueba de que el aceite de rosa no tiene fecha de caducidad. 

Para conservar el buen nombre de la rosa oleaginosa, en el año 1912 en Kazanlak fue creado un laboratorio químico. Su fundador fue Hristo Yaramov, un profesor de química que comenzó a hacer pruebas con el aceite de rosa.

Hoy el Instituto de la rosa y los cultivos esenciales en Kazanlak tiene un laboratorio acreditado. Cada uno puede ver si el aceite de rosa es auténtico si lo deja en una habitación donde haga frío o en el frigorífico para unos segundos. Si aparecen cristales el aceite es auténtico. El aceite de rosa cristaliza con una temperatura de 18 a 22° C. Si no aparecen cristales esto significa que no es auténtico. 

En el Museo de la Rosa podemos ver fotografías e información sobre famosos comerciantes que a través de los años glorificaron las cualidades del aceite búlgaro de rosa oleaginosa. A través de los años el aceite búlgaro ganó medallas de oro en ferias en París, Londres, Antverpen, Filadelfia, Milán y muchas otras distinciones. Hasta hoy en día es uno de los más caros y preferidos aceites para prestigiosas marcas de perfumes y cremas. Se usa en la medicina para el tratamiento de diferentes dolencias. La denominación Aceite de rosa búlgaro tiene una patente desde el año 2014 como producto búlgaro en el registro de las denominaciones geográficas de la CE.

Fotos: Veneta Pavlova

Versión en español por Hristina Taseva