En pleno verano del año 1914, el zar Fernando de Bulgaria emitió un decreto para la creación de una comisión de historia militar adscrita al cuartel general del ejército. La comisión debería encargarse de los futuros museo, archivo y biblioteca en los  cuales se conservaría la memoria de la historia nacional. Dos años después, en plena I Guerra Mundial, por la resolución número 391 del 4 de julio de 1916 se sentaba oficialmente el principio del Museo Nacional de Historia Militar, MNHM, “para conservar por los siglos de los siglos todos los objetos relacionados con los acontecimientos que marcan las páginas más importantes de nuestra historia militar”.

El museo celebra ahora su centenario y retrocede en el tiempo. Estos cien años son antes que nada años de historia, de memoria, pero también de una gran responsabilidad con respecto a las generaciones venideras. No por casualidad, la exposición en que resaltamos esta efemérides se titula Los primeros 100 años.Por medio de la misma ofrecemos respuesta a lo que han sido en realidad estos cien años, dice Kalina Jinkova, directora de la Dirección de Marketing museístico, Relaciones Públicas y relaciones con programas educativos en el MNHM.

Precisa que la muestra abre sus puertas hoy, 5 de julio, en el marco de la Jornada de Puertas Abiertas que se extenderá hasta las 22.00 horas como obsequio que el Museo hace por la fiesta a sus visitantes.

La exposición es una reverencia a las instituciones y las personas sin las cuales hoy no hubiéramos existido. Se trata ante todo de los creadores del museo en la persona del entonces Ministerio de la Guerra, los donantes sin los cuales nuestro fondo no hubiera sido tan copioso y atractivo y, lógicamente, los trabajadores museísticos que han ido atendiendo este museo a través de los años. En la exposición presentamos la selección de nuestros colegas que, por su labor, han aportado a la recopilación de los artefactos, que ya suman un millón, guardados en el museo para las generaciones venideras. La exposición general Los primeros 100 años se extenderá hasta septiembre próximo pero únicamente el 5 de julio se exhibirán algunas muestras únicas en su género que el museo, en principio, no ha mostrado o lo ha hecho muy raramente. Figuran entre ellas el gran Collar de la orden “Santos isoapóstoles Cirilo y Metodio”, la máxima distinción en el reino de Bulgaria cuyo laureado único y Gran Maestro de la misma fue el monarca. También se muestran los cetros diario y oficial del zar Boris III, unos de los más preciados símbolos regios, hechos por encargo. Se exhiben, asimismo, huevos de Fabergé que el museo guarda en cajas fuertes. Se podrán ver también alhajas únicas en su género, obras de la orfebrería respecto a las cuales el público difícilmente podría imaginar que se podían conservar en un museo militar, dice Kalina Jinkova.

En la exposición ocupan un puesto especial todos los donadores, gracias a los cuales, el MNHM no ha dejado de enriquecer su fondo y su historia. Por vez primera se podrán ver sables personales y puñales de factura oriental del primer príncipe búlgaro, Alejandro I de Battenberg. Entre los objetos mostrados están el tintero y la pluma que el general Pravoslav Tenev utilizó para redactar la orden para la creación del museo militar, y el escritorio en el que el general Nikola Zhekov rubricaría aquella orden el día 4 de julio de 1916.La riqueza y variedad de artefactos guardados en el museo será exhibida también a través de algunas de sus colecciones escasamente conocidas pero sumamente curiosas. La colección “Instrumentos musicales” muestra cómo a través de los años se han ido compaginando el arte de la guerra con el arte de la música. En la sección de “Archivos” uno se sumerge en el mundo inmenso de actas estatales y públicas, de publicaciones científicas y mapas topográficos. Aparece notablemente enriquecida la colección “Banderas” en la que se presentarán elementos escasamente conocidos de las banderas de combate del ejército, enseñan símbolos del Estado y de la independencia. Por vez primera, serán de acceso público los depósitos del fondo y los talleres de restauración. Para los visitantes de más corta edad se ha habilitado un especial rincón infantil.

Por medio de la muestra “Los primeros 100 años” y las manifestaciones que acompañan la efemérides, el MNKM tiende un puente entre el pasado, el presente y el porvenir para que se conserve y se transmita la memoria histórica nacional.

Actualmente, el Museo Nacional de Historia Militar es una gran familia integrada por 4 museos. El nuestro en Sofía, el Museo de la Aviación, de Krúmovo, en proximidad a Plovdiv, el Museo Naval de Varna y el Parque-Museo de la Amistad Combativa “Año 1444 Vladislav Varnenchek”, de Varna. Disfrutamos de gran interés por parte del público y espero que también en el futuro podamos atender y satisfacer los intereses de nuestro público. Procuraremos ir organizando exposiciones y programas cada vez más interesantes para acoger dignamente nuestro  aniversario 125. No hago casualmente esta referencia. Es que desde comienzos del año en curso hemos colocado en el MNHM de Sofía una Cápsula del Tiempo. En ella durante todo el año 2016 vamos a ir recopilando y guardando recuerdos y recomendaciones de nuestro público y los nuestros propios relacionados con el museo. Esperamos que cuando dentro de 25 años colegas nuestros abran esta cápsula sean capaces de retroceder en el tiempo para conocer y atender las recomendaciones y las tareas que ahora les signamos a ellos, concluye Kalina Jinkova.

Versión en español por Mijail Mijailov
Fotos: BGNES, BTA, BULFOTO