La presentación de una nueva candidatura búlgara a la Secretaría General de la ONU en la persona de Kristalina Gueorguíeva, comisaria europeo de Presupuesto y Recursos Humanos y vicepresidenta de la CE, causó un terremoto político interno esta última semana. La anterior candidata oficial apoyada por el Gobierno búlgaro era la directora general de la UNESCO, Irina Bókova. Sin embargo, el primer ministro Boyko Borisov señaló que el apoyo se brindaba bajo la condición de que en la muy reciente votación preliminar en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas Bókova ocupara uno de los dos primeros puestos. Ella, empero, quedó sexta, mostrando una tendencia declinante puesto que en las anteriores votaciones se clasificó en tercer y en quinto lugar.
El lanzamiento de la candidatura de Kristalina Gueorguíeva fue seguido por una tormenta política y fue calificado como traición, frivolidad y “pérdida de soberanía”. Con esto último se insinúa que la nominación se ha hecho bajo presión externa. En efecto, ha habido indicios de que Alemania, y concretamente la canciller Merkel, no acepta a Irina Bókova, en su calidad de la primera mujer en la historia y representante de Europa del Este, como candidata al cargo de Secretario General de la ONU. Por otra parte, las señales desde Bruselas respecto a la designación de Kristalina Gueorguíeva, que tiene imagen elevada en las instituciones europeas, son positivas. Se le califica de luchadora competente y adicta al trabajo que cumple sus actividades con honestidad y transparencia. En Sofía ya han llegado mensajes, enviados desde Hungría, Letonia, Croacia, Rumania, Polonia, Albania y Armenia, celebrando la decisión de Bulgaria y expresando respaldo. Aún hace dos semanas trascendió que Alemania ofrece su apoyo pleno a Kristalina Gueorguíeva. Según conocedores del tema, Gran Bretaña también está detrás de la candidata búlgara. Se espera asimismo el respaldo de los EE.UU.
Lo paradójico es que Irina Bókova permanece en la lista de candidatos para titular del puesto, a pesar de la decisión del Gobierno búlgaro de proponer una nueva candidatura; lo ha confirmado el diplomático neozelandés Gerard van Bohemen, que preside el Consejo de Seguridad de la ONU en septiembre. La situación ha sido discutida en una sesión cerrada; los miembros del Consejo querían saber si Bulgaria tendrá uno o dos candidatos. “Resulta que hay un candidato apoyado oficialmente por el Gobierno búlgaro y otro, que sigue en la carrera en calidad personal”, ha comentado Van Bohemen.
La Asamblea General de la ONU escuchará la nueva candidata búlgara este lunes. No obstante, Rusia y tres países más del Consejo de Seguridad de la ONU han planteado preguntas sobre la nominación de Gueorguíeva, lo cual, en la práctica, podría bloquear su audición.
El caso resulta interesante porque la propia Kristalina Gueorguíeva dio a entender que ha aceptado el nombramiento bajo dos condiciones: ser respaldada por un mayor número de países del Este de Europa y no ser vetada. Una de las condiciones se cumple, la segunda depende principalmente de Moscú. Se sabrá el 5 de octubre, cuando el Consejo de Seguridad celebrará su próximo sondeo.Versión en español por Daniela Radíchkova
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