Incluso el oyente no aficionado a la música folclórica quedaría fascinado por la voz de Danislav Keháyov. Hace tiempo causó sensación en las redes sociales con un vídeo improvisado bajo la rotonda del Utah State Capitol, en EEUU. Su interpretación de la canción de los Ródope “Rufinka” atrajo cientos de miles de reacciones y comentarios. Para muchos, ese fragmento de un minuto supuso el descubrimiento de la belleza de nuestra música tradicional, y para sus fans, motivo de orgullo.

Danislav Keháyov nació en la ciudad de Nesebar en el seno de una familia de músicos. Su madre era del pueblo de Glavan, en Stara Zagora. Como él mismo admite, lo primero que hace cada vez que va allí es aprender canciones, cuentos y leyendas de los ancianos. Por parte paterna ha heredado el amor por las canciones macedonias, debido a las raíces egeas de su abuelo. Estas habilidades le son especialmente útiles para su nuevo trabajo con el grupo “Pirin”. Un feliz encuentro con un profesor de la Escuela Musical de Kotel, Rusko Stefanov, le inclinó a dedicarse en serio a la música. Sus padres no le alentaron a ir en esa dirección. Al graduarse en la Escuela Alemana de Burgás, donde fue apoyado como cantante folclórico por su profesora de música Maria Markova, continuó sus estudios en la Universidad de Plovdiv “Paìsiy Hilendarski” y en la Academia Musical de la misma ciudad. Actualmente está preparando su doctorado sobre el canto folclórico masculino. Es proverbial el deseo de nuestro famoso cantante de desarrollar y perfeccionar sus talentos y conocimientos. Es conocido en todo el mundo por sus numerosas giras, y en 2005 Danislav Kehayov fue honrado por el American Biographical Institute de Carolina del Norte por su excepcional mérito y contribución a las artes.

Cuando hago balance, para mi la música folclórica no es solamente una profesión”, declara el cantante. “Siento que es mi estado físico. Todos estos años no he parado de ahondar en el intrincado tejido del folclore, y cuanto más aprendo, más me doy cuenta de cuánto me queda por aprender. Hace ya tiempo aprendí que no me basta solamente con cantar, y precisamente por ello me he especializado en pedagogía musical, dramaturgia y dirección artística. Soy el organizador de un festival étnico muy interesante, dirijo la Escuela Municipal de Arte y el grupo "Sunny Beach" en Nesebar. Llevo dos años y medio como director artístico del que quizá sea el mejor grupo folclórico de Bulgaria. Para mí fue un gran desafío llevar esta máquina tan pesada: en la formación trabajan 85 personas, todos artistas de renombre, y el nivel profesional es muy alto. Actualmente estoy preparando dos nuevos espectáculos a la vez, que con suerte podremos mostrar el año que viene. Organizamos también las giras de conciertos en Bulgaria y en el extranjero. También me gustaría poder llevar a cabo más proyectos relacionados con mi propia carrera de cantante, como grabaciones y conciertos.

Versión en español por Marta Ros