El pequeño pueblecito de Cherni Osam se encuentra en las faldas del pico Ambaritsa en la cordillera de los Balcanes. En esta aldea la educación general tiene una historia de 137 años. En el año 2000, la escuela de educación básica accedió al plantel de educación media, impartiendo clases, únicas para el país, de guías de montaña, una profesión que, cabe señalarlo, se encuentra recogida en el registro general de profesiones en Bulgaria. El mérito por impartir esta asignatura corresponde a Minko Zankovski, durante largos años director de esa escuela, conocido alpinista búlgaro que ha conquistado varias cumbres de más de 8 mil metros de altitud y ha dedicado toda su energía y su vida a la escuela y a la montaña.

Rumiana Veleshka, directora actual de este plantel, único en su género, como han dado a llamarlo muchas personas, cuenta: Llevamos ya 17 años admitiendo y formando a alumnos para la profesión de guías de montaña. El colapso demográfico en Bulgaria ha repercutido en nuestro empeño pero, a pesar de todo, logramos atraer a jóvenes de todo el país. Es la nuestra, la única escuela en Bulgaria que ofrece formación en esta profesión y cada alumno que se matricula tiene su postura especial con respecto a la montaña y la naturaleza. Procuramos y conseguimos formar y educar a unos jóvenes responsables quienes con el paso del tiempo se transforman de personalidades con carácter bien formado. Cuentan consigo mismos y con la persona a su lado, guían grupos por el monte y saben asumir responsabilidades.

En la escuela –que lleva el nombre de Vasil Levski-junto con las asignaturas de educación general se aprenden otras como esquí, alpinismo, escalada deportiva, topografía y orientación, espeleología. La mayoría de las clases transcurren en el seno de la naturaleza, en las instalaciones didácticas de la escuela, al pie del pico” Botev”. Es justamente éste el modelo de enseñanza que convierte a la escuela en un centro docente diferente e interesante. Los profesores se sienten especialmente satisfechos al ver cómo algunos de sus educandos antiguos vuelven a la escuela para trabajar como colegas suyos en la enseñanza de las asignaturas especiales.

Conocemos a la perfección a nuestros alumnos y todos los profesores vivimos con sus alegrías y sus problemas. Logramos mostrar que no nos situamos en polos diferentes, dice Rumiana Veleshka.

Iván Gueshkov, de la aldea de Rupcha, en la provincia de Pleven, se enteró, hace tres años, de la existencia de esta escuela por un amigo suyo. Dice: Desde niño me gusta mucho la naturaleza y así decidí estudiar aquí. La escuela nos hace más responsables, nos enseña cómo hay que trabajar en equipo y cómo ayudarnos unos a otros. Quiero formarme y concluir un curso para profesores de esquí. Me ha gustado mucho también que hayamos viajado a Francia en el marco del programa “Erasmo”. Ya hemos hecho algunas escaladas pero aún es temprano para dedicarnos a escalar picos altos, dice entusiasmado el joven.

Antes de dedicar 17 años de su vida al magisterio, Iván Mutafov estaba dividiendo su tiempo entre su afición por la montaña y el caballete del pintor. Ha participado en decenas de muestras nacionales e internacionales con obras de pintor e iconógrafo. En cuatro ocasiones ha hecho trekking, o senderismo, en el Himalaya nepalí. Llegó a conseguir su gran sueño al visitar el místico Reino de Mustang, situado a una altura de 3500 metros sobre el nivel del mar en la porción norte de Nepal.

¿Qué les enseña a los jóvenes que estudian en la escuela de Cherni Osam?

En primer lugar, les enseño que le tengan cariño a la naturaleza y sean patriotas. La política y la idea que promovemos apuntan a enseñarle a la joven generación las formas para contactar con la naturaleza. La industrialización, la invasión global de la informática, las numerosas horas que los jóvenes pasan ante las pantallas de sus ordenadores los hacen enfermar. Ya en el mismo comienzo de su trayectoria vital, estos jóvenes deben obtener cierta orientación de cómo comunicarse con la naturaleza y cómo sentirla. Esto es algo que se logra a una temprana edad y en una escuela como la nuestra, enfatiza Iván Mutafov.

En Bulgaria el fomento del turismo en todas sus modalidades es prometedor y es bueno que existan esos jóvenes que han elegido dedicarse a la profesión de “Guía de Montaña”.

Versión en español por Mijail Mijailov
Fotos: www.nupv.net