El alpinismo surge a nivel mundial hace 230 años. El primer club alpino fue fundado en Londres en 1857, el búlgaro, años más tarde. A pesar de ser bastante más joven, el alpinismo búlgaro ocupa un lugar digno, estima Sandyu Beshev, explorador desde hace medio siglo de la historia y el desarrollo del montañismo. Además, forma parte de la pléyade de escaladores nacionales que allanaron el camino para la conquista búlgara de Everest, K2 y una serie de otros ochomiles. Algunos de los veteranos con mérito de ello son Konstantín Savadzhíev, que en 1938 escaló el pico Malyóvitsa (2731 m, en la parte noroeste de la montaña de Rila) por el muro septentrional considerado inexpugnable; Gueorgui Atanásov, alías Gigi, el único con grado de profesor en montañismo de este país, y Avram Avramov, jefe de la Expedición Everest 84. Sobre el movimiento montañista en Bulgaria Sandyu Beshev cuenta lo siguiente:
En 1895 el estudiante búlgaro Parashkev Stoyanov escala el pico Grand Combin (4318 m) en los Alpes. Esta escalada marca el nacimiento del alpinismo búlgaro. En 1929 Parashkev Stoyanov publicó la primera guía práctica y completa sobre turismo en que dedica un lugar especial al montañismo: teoría, práctica, vestimenta y accesorios.
El ya fallecido Alexánder Belkovski, reconocido decano del alpinismo nacional, estudió en Grenoble donde también ha sido guía de montaña, lo que le ayudó subir 30 picos. Otro estudiante, Lyuben Telcharov, más tarde profesor en Medicina, escaló una serie de picos en los Alpes. Amigos y compañeros suyos de estudio empezaron a practicar el montañismo también en Bulgaria pero no tenían organización. Fue creada gracias a Stefan Popov que no era un escalador declarado pero sí un buen organizador. Su mérito para el desarrollo del alpinismo búlgaro y para el establecimiento del club no era reconocido durante muchos años. El 19 de noviembre de 1929 fueron adoptados los Estatutos y fundado el Club de Montañismo de Bulgaria. Todavía no se llamaba alpino porque los fundadores se consideraban a sí mismos escaladores de alta montaña. La Asamblea General, celebrada en 1934, decidió cambiar el nombre del club por alpino. Unos meses más tarde, la Unión Internacional de Asociaciones Alpinas invita al Club Alpino de Bulgaria a afiliarse a ella. En el II Congreso de la organización, el 2 de noviembre de 1935, en Barcelona, el Club Alpino de Bulgaria es aceptado como miembro regular.
La Federación Búlgara de Escalada y Alpinismo es miembro de varias federaciones internacionales: de la de Escalada y Montañismo, desde 1935, de la de Escalada Deportiva, desde 2007, y de la de Esquí de Travesía, desde 2008 ¿Cuáles son los beneficios de estas afiliaciones?
Si no somos miembros de la unión internacional alpina, realizar una expedición al Himalaya sería bastante problemático –explica Sandyu Beshev– . Para escalar una cima, el Ministerio de Turismo de Nepal exige la presentación de un documento que demuestre que somos miembros de la Unión Internacional de Asociaciones Alpinas. Eso permite organizar expediciones búlgaras independientes.
En el mapa del mundo hay 44 picos conquistados por primera vez por escaladores nacionales, que llevan nombres búlgaros.
Sandyu Beshev comenta: El comienzo fue puesto por los montañistas del Ejército que en 1968, junto con alpinistas del Ejército Soviético, escalaron por primera vez en la cordillera del Pamir cimas, a las que dieron nombres búlgaros: Shipka (5666) y Bulgaria (6504). El procedimiento de legalización requiere que los que hayan realizado la subida describan la ruta y hagan fotos de la cima y panorámicas. En Bulgaria la documentación se presenta a una comisión en la Asamblea Nacional, y en los demás países, en la respectiva institución. El motor de esta empresa es Encho Petkov, una de las leyendas del alpinismo búlgaro. En las montañas Pamir–Alai hay realizados primeros ascensos de varios picos que fueron bautizados con los nombres Plovdiv, Sofía, Jorge Dimitrov, Komsomolska iskra (llama komsomol) y Dimitrovski komsomol (Komsomol Dimitroviano) –fueron los tiempos en que vivíamos. En Mongolia y el Perú también hay picos con nombres búlgaros. En 2012 el decano del alpinismo, Nikolay Petkov, junto con Doychín Boyanov y Mijaíl Mijailov conquistaron varias cumbres vírgenes en la cordillera del Karakórum que llamaron Vasil Levski (5733), Tangra, Rila y Sofía. La cifra comprende también las cumbres en la Antártida bautizadas por Doychín Boyanov y Nikolay Petkov. Realmente, son 44 los picos que fueron escalados por primera vez por búlgaros y que recibieron nombres búlgaros, concluye diciendo Sandyu Beshev, historiador del alpinismo búlgaro.
Versión en español por Daniela Radíchkova
Fotos: Archivo
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