Casi 80 representantes de escuelas búlgaras en países extranjeros se congregaron en Sofía para participar en la X Conferencia anual jubilar de Asociación de las Escuelas Búlgaras en el Extranjero (ABUCH, por sus siglas en búlgaro). Es el organismo que aúna los esfuerzos de las instituciones educacionales búlgaras en el extranjero con el fin de conservar la identidad búlgara y apoyar a los búlgaros menores de edad que residen en seis continentes.
La ABUCH ha resucitado las esperanzas de los maestros y profesores búlgaros en el extranjero, les ha insuflado ánimos porque el Estado ha entablado un diálogo con ellos, ha reconocido su labor y ha valorado sus esfuerzos de auténticos próceres de la Ilustración Nacional. ”Sin exageración alguna se puede decir que el papel de nuestra Asociación es histórico”, señala la doctora Irina Bóteva-Vladíkova, directora de la escuela búlgaro-austríaca “Santos Cirilo y Metodio” de Viena y presidenta de esta Asociación.
Fundada en 2007, tras un período de insatisfacción por parte de los docentes búlgaros en el extranjero quienes no encontraban respaldo del Estado búlgaro para su labor educadora, hoy la ABUCH intercede acertadamente ante las instituciones, reclamando una política más activa del Estado con respecto a las escuelas búlgaras en el extranjero y pidiendo una solución adecuada de sus problemas resaltando, por ejemplo, la necesidad de confeccionar programas didácticos y libros de texto especializados para atender a alumnos que crecen en un entorno lingüístico foráneo. Es igualmente importante propiciar condiciones para implementar exámenes de bachillerato en Lengua y Literatura búlgaras en las escuelas búlgaras en el extranjero.
En marzo de 2017 la ABUCH depositó ante el Parlamento Europeo una petición en la que se insiste en que las lenguas oficiales en la UE sean reconocidas a nivel de bachillerato. La iniciativa se encuentra respaldada por Iliana Yótova, vicepresidenta de Bulgaria, la Agencia Estatal para los Búlgaros Residentes en el Extranjero, los eurodiputados búlgaros y gran número de personalidades públicas. En el documento se exhorta a “fomentar la cooperación entre los países miembros en el terreno de la enseñanza de idiomas extranjeros” y se solicita que la UE “secunde las actuaciones de los países miembros con vistas a propiciar una posibilidad jurídica y administrativa para exámenes de bachillerato u otro tipo de exámenes lingüísticos en cada una de las lenguas oficiales en la UE -incluida la lengua búlgara- en los planteles en que exista un interés importante y comprobado de los alumnos por ello”.
“La petición ha sido depositada ante la Comisión para las Quejas y ha sido examinada por ella. Se nos han hecho sugerencias”, dice la doctora Irina Bóteva-Vladíkova.
De las recomendaciones se desprende que la Comisión Europea carece de iniciativa legislativa pero que, en cambio, “existen diferentes comisiones para la Educación y la Cultura a las que pediremos colaboración con la asistencia de nuestros eurodiputados, ya que debería plantearse para su solución el problema de las pequeñas lenguas”. Según la doctora Bóteva-Vladíkova, a esta etapa es importante pactar convenios bilaterales con los diferentes países miembros de la UE y aprovechar la próxima Presidencia búlgara del Consejo de la UE para acaparar la atención hacia este problema.
“Estoy segura de que otras naciones también se sumarán a nuestra petición ya que, francamente dicho, están siendo violados los derechos de nuestros niños. Se ven metidos en una situación desaventajada frente a menores de edad que, por ejemplo, llegan a Alemania procedentes de España y su lengua materna está siendo enseñada y en ella pueden hacer sus exámenes de bachillerato. Mientras que nuestros niños, al llegar, deben estudiar otro idioma más y así se sienten perjudicados”, concluye la doctora Irina Bóteva-Vladíkova.
Versión en español por Mijail Mijailov
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