A finales de julio, en la aldea de Chelopech (provincia de Sofía) se llevó a cabo el Festival Internacional de Folklore “Polvareda de oro”. El foro, que combina un rico programa festivo y de concurso, consigue atraer por cuarto año consecutivo la atención del público. En su más reciente edición el Festival de Chelopech aunó sus esfuerzos con el Festival Internacional de Folklore “Vitosha”, que se celebra en la capital búlgara, Sofía. Así, la mayoría de los grupos visitantes actuaron en la capital, y también en la pequeña población de unos 2.000 habitantes. El certamen contó con grupos de Chile, Brasil, Singapur, Turquía, China, Indonesia y Argentina entre otros. Los representantes de los anfitriones de Chelopech: la agrupación dancística de niños Ízvorcheta (en español, pequeños manantiales) y el Conjunto de Danza Balgarche (en español, bulgarito), así como el Ensamble Folklórico Sredets, de Sofía, formaban parte de los grupos búlgaros. Durante cuatro días, en el parque de la colina en las inmediaciones de Chelopech, desde la mañana hasta bien entrada la noche se escuchaban canciones y melodías instrumentales de distintos puntos del planeta.

El programa competitivo del Festival de Chelopech es sólo para solistas y grupos de aficionados folklóricos búlgaros. Entre los ganadores este año hubo varias formaciones de la ciudad de Zlatitsa, en el oeste de Bulgaria, dirigidos por María Léshkova, integrante del mundialmente famoso coro El Misterio de las Voces Búlgaras. La cantante, que ha recorrido el mundo con su arte, procura mirar el festival a través de los ojos de los cantantes aficionados, todos ellos personas con diferentes profesiones que dedican su tiempo libre al folklore búlgaro.

“Este festival es un gran logro para esta región maravillosa, rica tanto en una naturaleza esplendida como en gente talentosa –dice María Léshkova– . Necesitan manifestar su talento, interactuar con la música, conocer la cultura de otras naciones. Hace unos 5 o 6 años empecé a trabajar en la Casa de Cultura de Zlatitsa, primero con el coro femenino a tres voces, que tiene más de cuatro décadas. Hemos renovado el repertorio, al conjunto se unieron nuevas voces. Es un gran placer para nosotros mantener las tradiciones. Hemos creado un grupo de alumnos porque los padres querían incorporar también a sus hijos. Hace unos meses se organizó el grupo masculino”.

“Visitamos Bulgaria por primera vez –explica Falguni Hiren, directora de la compañía– . No sabíamos nada del país, salvo que está en Europa del Este. Decidí no buscar información en Internet, sino venir y dejarme llevar por la intuición. Puedo decir que queremos a Bulgaria. Todo aquí nos gusta. La organización del Festival de Chelopech es excelente. Hemos actuado también en Sofía, donde nos topamos con la gran ciudad; mucha gente, vida estresante”.

Jorge Andrés Aguirre es director de la agrupación musical del Conjunto de Danza Expresión Latinoаmericana, de Ecuador.

“Estamos en Bulgaria para presentar las tradiciones musicales y de danza del Ecuador –dice– . Bulgaria es un país impresionante con una cultura impresionante. Para nosotros es muy interesante estar aquí. Disfrutamos de una maravillosa acogida por parte del público”.

Hadzi Momcilo Moso Vesovic, director del conjunto Cajavec, de Banja Luka (República Srpska, Bosnia–Herzegovina), comenta:

“Por primera vez estamos en el Festival Internacional “Vitosha” de Sofía y “Polvareda de oro” de Chelopech. Estamos gratamente sorprendidos de lo agradable que es la localidad de Chelopech. La atmósfera aquí es excelente, y el programa, rico, presenta países lejanos”.

Amiran Paichadze, director del Conjunto Estatal “Mcvervali” de Georgia, comparte sus impresiones:

“Estamos impresionados de que la infraestructura de la aldea de Chelopech está construida de manera tal que permita la realización de semejante gran foro internacional. Ustedes deben sentirse orgullosos de que aquí hay, asimismo, un escenario maravilloso y un público muy sensible”.

Margarita Bógdanova, directora artística del Festival “Polvareda de oro”, resume:

“Las novedades este año han sido el gran número de grupos extranjeros y también la llamada “escuela de danza”, organizada cada noche en la plaza del pueblo antes del inicio del programa oficial. Cada grupo extranjero presentaba una danza representativa de su país y el resto de participantes en el festival trataba de aprender el baile. En cuanto a la parte competitiva, este año incluimos sólo folklore arreglado. No obstante el significativamente mayor número de participantes, la organización ha sido exitosa”.

Nina Kaloyánova, secretaria del Ayuntamiento del municipio de Chelopech y representante del Comité Organizador, agrega:

“Cada año nos actualizamos en concepto de organización. En esta ocasión triplicamos el número de grupos extranjeros. Lo novedoso en el concurso es la introducción de tarjetas de evaluación que cada miembro del jurado rellena, y los datos se procesan inmediatamente por vía electrónica. Los participantes pueden ver enseguida en una pantalla mural de vídeo en el escenario las evaluaciones que han recibido. A nuestro pequeño equipo le traen satisfacción las opiniones expresadas por los participantes extranjeros. Comparan nuestro festival con grandes foros que conocen y afirman que el nivel del nuestro es alto. Esto nos inspira a introducir cada vez más elementos nuevos y mejorar las prácticas establecidas”.

Versión en español por Daniela Radíchkova

Fotos: Albena Bézovska y “Polvareda de oro”