En el transcurso de los debate públicos en torno al proyecto del Programa Nacional para la seguridad y la salud en el trabajo, años 2018 a 2020, la agencia búlgara de noticias BTA ha hecho públicas las opiniones de destacados expertos sobre los diferentes aspectos de este programa.

Se resalta en el mismo que a raíz de la reforma de pensiones va aumentando la duración de la vida laboral activa y que el envejecimiento general de la población provoca un incremento de la parte correspondiente a los trabajadores de mayor edad en la plantilla de las respectivas empresas nacionales. En una entrevista para la BTA en este sentido, Iván Neykov, director del Instituto Balcánico para el Trabajo y la Política Social, admite, por analogía con lo que está pasando en Alemania, que también en Bulgaria el envejecimiento podría convertirse en motor del crecimiento económico. Bulgaria ocupa el tercer puesto en Europa por la edad mediana de la nación, y en el primero se sitúa Alemania pero en ésta, a diferencia de lo que ocurre en Bulgaria, no hay quejas de un envejecimiento de la mano de obra y Alemania es país líder en el desarrollo económico. Actualmente el número de los jóvenes que salen al mercado laboral búlgaro es inferior al que esas personas sumaban hace 20 años y, según Neykov, esto significa que en las próximas dos décadas la reserva importante en el mercado laboral interno no la formarán las personas jóvenes sino los trabajadores adultos.

Partiendo de esta constatación el experto considera que urgen cambios legislativos con vistas a aprovechar mejor su experiencia, incluso a través de la implantación de horarios especiales de su trabajo, chequeos médicos más frecuentes para esos trabajadores, ponderación específica del riesgo en sus puestos de trabajo. Lo anterior puede parecerles nada atractivo para los empleadores debido a los esfuerzos y gastos complementarios que deberían hacer pero, según Neykov, esos empresarios podrían contar, en cambio, con trabajadores más leales, más disciplinados y más altamente cualificados en comparación con los trabajadores que acaben de contratar, quienes propenden frecuentemente a abandonar el trabajo buscando condiciones más atractivas. Alexander Zagorov, experto y secretario confederado de la central sindical Confederación de Trabajo “Podkrepa”, expone ante la agencia BTA una tesis análoga haciendo recordar que cada euro invertido por los empleadores en la seguridad del trabajo genera 10 euros de beneficios. Sin embargo, Zagorov resalta que las decisiones tendentes a mejorar las condiciones laborales no deben aplicarse en base al principio de la edad sino ser idénticas para todos.

En el proyecto del Programa Nacional se señala que no se espera una disminución del número de las mujeres en la mano de obra general, por las premisas normativas creadas para combinar la maternidad con el desempeño profesional. En el proyecto hasta se ha recogido la expectativa de un papel y una participación cada vez más activas de las mujeres incluso en profesiones y tipos de producción tradicionalmente “masculinas”.

Los pronósticos sobre el desarrollo del mercado de la mano de obra en Bulgaria no difieren radicalmente de los que se formulan para toda la UE. En el período desde 2010 hasta 2030 el número de las personas de una edad de 55 a 64 años en los 28 países miembros de la UE crecerá unos 16 %.

Por esta razón para la UE en su conjunto se sugieren políticas tendentes a propiciar posibilidades para que los trabajadores adultos se mantengan activos y productivos por un período más prolongado.