El 17 de marzo en Veliko Tirnovo, antigua capital de Bulgaria, se producirá el estreno del libro “Lector solicitado”. Se trata de un compendio literario integrado por versos y cuentos de 64 autores búlgaros residentes en 10 países en 4 continentes. El libro es el resultado de la iniciativa del portal informativo búlgaro en Chicago www.EuroChicago.com de imprimir en papel las obras más interesantes subidas a este sitio electrónico para que lleguen a los lectores en Bulgaria y a las comunidades búlgaras en el extranjero.
Lo que pone de relieve esta iniciativa es una geografía muy extensa de la literatura búlgara, señala Mariana Jristova, redactora de la publicación. Este libro no abarca a todos los autores búlgaros en el mundo pero tales autores reunidos en un lugar conforman un cuadro interesante. Hay obras respecto a las cuales si uno no hiciera una referencia biográfica sobre el respectivo autor, no podría adivinar si se trata de un emigrante o no. Es que a veces aparecen tramas vinculadas a la emigración, desarrolladas por la imaginación de un autor que no ha sido emigrante y al revés. Hay autores consagrados y otros totalmente desconocidos. No hemos buscado una especialización temática de las obras, sus argumentos son diferentes, y la mayoría se vinculan con el hoy de Bulgaria. Se ha enfatizado en el despoblamiento de Bulgaria, fenómeno que preocupa no sólo a los búlgaros que estamos aquí, sino también a un gran número de emigrantes. También se ha hecho hincapié en las obras en la nostalgia, en el retroceso histórico a la historia búlgara, hay igualmente argumentos fantásticos, en fin, las obras forman una extensa paleta.
Los dos primeros compendios creados a partir de este principio son: “Tapiz multicolor” y “Torre del reloj”. El título del tercero, ahora presentado, “Lector solicitado” alude a la forma en que se divulga, que es totalmente gratuita. El lector podrá encontrar el libro por sí solo, se trata de un proyecto completamente no comercial, dice Mariana Jristova. El compendio ha podido ver la luz gracias a los donativos, el trabajo y los esfuerzos mancomunados de búlgaros residentes a ambos lados del Atlántico. Por primera vez esta iniciativa, hasta ahora completamente privada, para publicar libros de autores búlgaros radicados en distintos puntos del globo, ha sido apoyada también por el Ministerio de Exteriores a través del Consulado General de Bulgaria en Chicago.
Quise romper las cadenas y me acordé del telar de mi abuela, dice Víctor Jinov explicando lo que le había movido a transformarse en donador principal y participante activo en la realización de los tres compendios, o sea, el afán de abandonar la rutina cotidiana y dedicarse a una causa búlgara.
Víctor Jinov es médico que lleva más de 20 años residiendo y trabajando en los EE.UU. Para él el contacto con la patria, los antepasados y los recuerdos forman el fundamento de la vida de éxito, lejos de las raíces. Víctor Jinov dice, refiriéndose a los temas que lo emocionan y preocupan como escritor, lo siguiente:
Mi situación de emigrante es lo que más me emociona. Esta aventura en la que me metí con toda mi familia y la que paulatinamente se ha ido convirtiendo en mi vida. Entiendo que nunca dejaré de ser un búlgaro en la misma forma en que ninguno de mis amigos emigrantes de los otros países se sentirá jamás un norteamericano al cien por cien. Es que esto no es indispensable. El mundo se vuelve cada vez más global. Saben Vds., mis hijos querían viajar a China, Japón, Europa, África y lo hacían. Vengo observando que también los búlgaros jóvenes viajan por el mundo y creo que es importante que esos jóvenes conserven lo que son. Deseo que conserven su identidad, su lengua, que lean en búlgaro, que escriban en búlgaro y que vean Bulgaria. Ahora que hemos llegado a Sofía hemos ido a la Iglesia de Boyana y mi hija se ha quedado pasmada ante los frescos en este templo, sorprendida de ver cuán antigua es esta iglesia y cuánto más antigua es que todo el país norteamericano, por ejemplo. Estas cosas son inapreciables y uno no debe perderlas bajo ningún concepto.
El vínculo con la patria se conserva a través de la lengua y es por eso que los búlgaros, a dondequiera que vayan por el mundo, siguen escribiendo en su lengua materna para expresar sus emociones, anhelos, temores y sueños. Los compendios “Tapiz multicolor” y “Torre del reloj” ya forman parte de la colección de la sección búlgara en la Biblioteca del Congreso de EE.UU. en Washington, de bibliotecas públicas en Chicago, de la biblioteca de la Universidad de Taraclia, en Moldavia y, lógicamente, también están en la Biblioteca Nacional “San Cirilo y San Metodio”, de Sofía. El libro “Lector solicitado” llegará asimismo a formar parte de la colección de libros búlgaros en la Biblioteca del Congreso de EE.UU. Esto ocurrirá muy probablemente en vísperas del 24 de mayo, Día de la Escritura Eslava, la Educación y la Cultura búlgaras cuando harán un donativo de un nuevo lote de libros búlgaros a esta biblioteca el embajador búlgaro en Washington y el cónsul general de Bulgaria en Chicago.
Versión en español por Mijail Mijailov
Fotos: eurochicago.com
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