Pedagogo, intérprete y compositor, el Prof. Dobri Paliev es una de las figuras más importantes en la historia musical búlgara. El 22 de abril será el gran concierto  dedicado al 90º aniversario de su nacimiento. Resonarán obras suyas y también obras para orquesta sinfónica dedicadas a él. Parte de ellas serán tocadas por primera vez. Dobri Paliev es el primer intérprete de xilófono y vibráfono en Bulgaria. Él fundó la escuela de instrumentos de percusión. Inventó nuevos instrumentos como, por ejemplo, badajos de madera y metal, cencerros en dos octavas, máquina de viento, entre otros. Obras suyas han sido editadas en Francia, Alemania, etc. Nació el 20 de abril de 1928 en la ciudad de Pernik. Decía que apareció en este mundo con truenos y relámpagos, ya que ese día hubo un terremoto.

Primero empezó a tocar acordeón y la banda “El jazz de los ambiciosos”. Un día el tbaterista del grupo se ausentó y él lo reemplazó. Así descubrió su vocación. Cuando estudiaba en la Academia de Música trabajaba en la Orquesta Sinfónica de Radio Nacional de Bulgaria, después en el Teatro Musical. Trabajó muchos años con el Trío Tinko Stanchev.

Todo lo que tenía que aprenden sobre la música, lo aprendí de él −dice el Prof. Jristo Yotsov, renombrado músico, compositor y maestro−. Él fue mi único maestro desde la Escuela de Música hasta mi grado en la Academia Nacional de Música. Él nos dio grandes lecciones sobre la profesión, la música y la vida. Era una persona de buenas intenciones, era como nuestro padre. Siempre lo recuerdo y hablamos con mis estudiantes de él, a pesar de que se fue de este mundo hace 20 años. Toda la “construcción pedagógica”, la metódica de enseñar será para siempre la base de la enseñanza de instrumentos de percusión clásicos. Y no sólo en Bulgaria, sino también en muchos otros países. Era muy vital, de espíritu juvenil. Obtenía energía de la música y de sus contactos con los alumnos.

El listado de personas que estudiaron con el Prof. Paliev es muy largo: Stoyan Yankulov-Stundzhi, Asen Avramov, Rumen Boyadzhiev, Hilda Kazasian, los músicos del primer grupo de percusiones en Bulgaria, “Poliritmia” (fundado por él), así como también una gran parte de los actuales profesores de instrumentos de percusión.

Comencé a estudiar con él en el año 1970, luego fui alumna suya en la Academia Nacional de Música – dice Marina Mindova, profesora que lleva 43 años impartiendo clases en la Escuela Nacional de Música. Mis colegas y yo practicamos su sistema de enseñanza. Al principio fue autodidacta, lo que le permitió crear su propia metódica que se convirtió en una patente búlgara. Los instrumentos que inventó lo son también. Era un hombre magnético, erudito, radiante y democrático en el trato con todos. Nos ha dejado como legado el amor por el trabajo, por los instrumentos. No hablaba de sus raíces, pero el aristócrata que llevaba por dentro no podía quedar escondido. Su madre era una condesa checa. Además, él es autor de una investigación singular dedicada a las campanas de las iglesias búlgaras, a los badajos y a los cencerros. Viajaba por todo el país recorriendo iglesias y monasterios, contaba historias increíbles. Su rica cultura y espiritualidad han dejado una profunda huella en la historia de la música búlgara.

Versión en español por Ludmila Sávova