Moni Simeonov vive en Estados Unidos hace unos veinte años. Se fue a los 15, por invitación y con la ayuda de uno de sus profesores de violín. En el 2009 fue elegido concertino de la Orquesta Sinfónica de Sacramento. Él es uno de los tres concertinos de prestigiosas orquestas en el mundo que serán los solistas en el concierto de Radio Clasic FM del 24 de abril en la sala “Bulgaria” bajo la batuta del maestro Grigor Palikarov. El evento es uno de los acentos de la cartelera del Festival Musical Europeo. El programa contiene famosas obras para violín y orquesta. Los otros dos solistas son Albena Danailova –el primer concertino mujer en la historia de la orquesta de la Ópera Estatal de Viena–, y Dimitar Ivanov, primer concertino de la orquesta de la Opereta en Francfort del Meno.

En los últimos años Moni Simeonov está dedicando la mayor parte de su tiempo al trabajo en la Universidad Estatal de California donde encabeza el Departamento de Instrumentos de Cuerda e imparte clases de violín y música de cámara. Nación en la ciudad de Plovdiv en una familia de músicos. Dice que desde muy temprana edad fue “irradiado” por la música. Su padre fue violonchelista, su madre – pianista y su abuelo – director coral. Su abuela, también pianista, a menudo lo llevaba a la opereta donde trabajaba como pianista acompañante. Todor Pelev –violinista y pedagogo en la Idyllwild Arts Academy en California–  lo convenció a que intentara conseguir una beca allende el Océano.

Había llegado a Plovdiv para un concierto solista. Después de la actuación nos pusimos a hablar, toqué algo y él propuso que enviáramos grabaciones mías al colegio en donde daba clases. Lo hice y Todor Pelev consiguió para mí una beca muy buena e hizo posible mi viaje a California. Mis estudios en Idyllwild fueron la transición más fácil a la universidad y a los programas de especialización que pude terminar. Voy a Bulgaria por lo menos una vez al año. Doy conciertos de cámara o como concertino o solista de orquestas sinfónicas, o clases maestras. Me emociono fuertemente cuando doy clases en Plovdiv –en las mismas aulas en las que estudié–. Como que el círculo se cierra y retorno al principio.

Sus conciertos y clases maestras los hace por todo el mundo. Su última gira en China, Kong Kong, Shri Lanka terminó hace unas semanas.

He estado en muchos lugares interesantes en Estados Unidos. Recuerdo mi primer viaje a Fargo, Dacota del norte. Fue en enero y había 40 grados bajo cero. Los alumnos estaban jugando con la bolas de nieve,pero en unos minutos empezaron a ensayar y yo, sin haber salida afuera, no podía tocar el violín por el frío. Quizás, la diferencia más grande la he visto en el Lejano Oriente y en América Latina. Pero la gente reacciona de buena manera al escuchar una música hermosa.

En Estados Unidos, Todor Pelev no sólo me dio la base de la manera americana de tocar y enseñar, sino que me dio el primer impulso. Estudié con el renombrado violinista Zvi Zeitlin, murió a los 96 años. Él me enseño que lo más importante es ser tenaz y creer en ti mismo. En la Universidad de Yale estudié con Ani Kavafyan que me dio a conocer “el color” y “la persuasión musical”. Y de la violinista Midori aprendí a ser disciplinado y que independientemente del resultado debemos realizar las acciones correctas. Estudié con ella siete años. Cunado tengo algún problema con mis estudiantes ella tiene siempre una respuesta preparada o me hace una pregunta cuya respuesta me dará la solución. Hemos tenido muchas giras juntos. Con ella estuve en la gira en Asia.

En su rico repertorio Moni tiene algunas obras búlgaras – “Sevdana” de Gueorgui Zlatev-Cherkin, “Rapsodia campesina” de Petar Hristoskov, entre otras. En el concierto de esta tarde interpretará “Reflexiones” de Jules Massenet de la ópera “Thais” y “Gitana” de Maurice Ravel.

Versión en español por Ludmila Sávova