Las escuelas dominicales búlgaras, creadas por búlgaros que viven fuera de su patria, son instituciones del renacimiento nacional. Se trata de comunidades autogestionadas con la ayuda del Estado búlgaro, que con entusiasmo, tiempo y esfuerzo mantienen lo búlgaro, estén donde estén, y no cortan los lazos con su patria. Para visibilizar la labor de las escuelas dominicales búlgaras se ha organizado la iniciativa mundial “Las rosas de Bulgaria”. La idea es del Ministerio de Educación y Ciencia (MON, por sus siglas en búlgaro), que ha propuesto una celebración completamente búlgara para el 11 de mayo, día de los santos apóstoles Cirilo y Metodio. El elemento de unión del programa es el “joró” tradicional búlgaro que se bailará en las plazas centrales de las grandes ciudades de Europa y de todo el mundo. Según datos del Ministerio de Educación, participarán en la celebración cerca de 35.000 personas de 43 países de los cinco continentes.
Hay un total de 328 escuelas dominicales por todo el mundo. El 11 de mayo nuestros compatriotas, niños, maestros, padres, y todos lo que están relacionados con la cultura búlgara bailarán el mismo “joró”, “Suite festiva”, interpretado por la orquesta de Radio Nacional de Bulgaria, y así será por todo el mundo. Al final de la iniciativa recopilaremos los vídeos de esas personas en uno largo que refleje el ambiente festivo entre nuestros compatriotas de todo el mundo. Queremos enfatizar el hecho de que el papel de estas escuelas es excepcionalmente importante, no sólo para mantener la identidad nacional, sino también para dar la posibilidad a los alumnos de esas escuelas de completar sus estudios en lengua, historia y geografía, recibir un certificado acreditativo y no tener que hacer exámenes adicionales en caso de que decidan proseguir sus estudios en Bulgaria. También se organiza la preparación de los alumnos que desean ser aceptados en universidades búlgaras. A través de las escuelas dominicales mantenemos el contacto con nuestros compatriotas en el extranjero y dejamos una puerta abierta para su regreso a Bulgaria. Desde el curso 2009-2010 hasta ahora se han proporcionado 54 millones de levas (27 millones de euros) para la actividad de estas escuelas. Se ponen todos los esfuerzos posibles para mantener vivas las escuelas dominicales y preservar nuestra conciencia y cultura nacional.
La idea es que los “jorós” búlgaros y la lengua búlgara se muestren al aire libre, y que no se queden solamente entre las paredes de la escuela, como hasta ahora, dice Natalia Mijalevska, directora de la Dirección de Educación de los búlgaros en el extranjero y red de escuelas del Ministerio de Educación y Ciencia de Bulgaria.
Versión en español por Marta Ros
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