¿Recordarán algunos la historia de “El principito” a quien la zorra le explica qué significa relacionarse con alguien?“Para mí, de momento sólo eres un niño igual que cien mil otros niños. Y no te necesito. Y tú tampoco no me necesitas. Para ti sólo soy una zorra igual que cien mil otras zorras. Pero si me domesticas, nos necesitaremos el uno al otro. Para mí serás el único en el mundo. Para ti, yo seré única en el mundo”, dice la zorra en la novela “El principito” de Antoine de Saint-Exupery. La filosofía de los protagonistas de esta obra “de todos los tiempos” la ha leído y releído reiteradamente también el creador de las bicicletas infantiles de madera “Zorrita”. Chavdar Chotov tiene 35 años y dice que en cada viaje que hace a un país extranjero no se olvida de comprarse el famoso libro de Exupery para tenerlo en diferentes idiomas.

Chavdar es un representante típico de la generación joven de búlgaros y como tal no se queja de las circunstancias existentes en Bulgaria, sino que va buscando continuamente oportunidades nuevas para ir granjeándose amigos y correligionarios. Desde los años de su infancia lleva en su fuero interno el sueño de poseer un taller propio en el que crear a mano algo hermoso y original. Ha intentado él mismo la forma y el diseño de las bicis infantiles de madera a las que ha dado el nombre de “Zorrita”. Se destinan a niños de hasta 6 años de edad y, además de resultar hermosas y divertidas, las bicicletas les ayudan a los chiquillos desarrollar una certera sensación de estabilidad y equilibrio.

Concluí mi proyecto Zorrita en 2015, año en que creé también mi taller en el que casi el 80 % de las bicis se hacen con trabajo manual, dice Chavdar Chotov y agrega:

Diseñé la primera bici en unas condiciones caseras improvisadas. Ha sufrido aquella primera bicicleta gran número de modificaciones y cambios para llegar a ser la bici actual. No obstante ello, también hago otros cambios que apuntan a ampliar las prestaciones de la bicicleta infantil. El tema de ganarse el sustento con trabajo manual es un tanto complicado por la productividad que se consigue con este tipo de actividad y el precio del producto que ha de estar acorde con el principio de mercado por el que se rige nuestra economía. Se produce a consecuencia de ello cierta ruptura entre las capacidades físicas para la producción y el precio final, que no es bajo en comparación con los productos fabricados para niños. El precio está justificado por la calidad y los esfuerzos que se invierten en la factura de la bici. De momento, existen dos variantes para la producción. Una es la de conservar el formato básicamente manual de la producción y apuntalar nuestro presupuesto con ingresos procedentes de otras actividades. La otra es la de dedicarse a la producción en masa, que es variante por la que suelen optar el grueso de los fabricantes. En este caso es superior el volumen de las unidades fabricadas pero se pierde el toque individual.



Llevo ya dos años procurando juntar en mi equipo a gente adecuada con el fin de poder conservar la individualidad de cada una de las bicis o, al menos, de unas pequeñas serie de estos vehículos. Intentamos mantener las características individuales, tipo boutique, de las bicis pero también procuramos elevar un tanto la productividad del trabajo. Las dificultades no provienen de nuestra ubicación geográfica, sino que se derivan del propio producto que tratamos de fabricar. No creo que este trabajo se pueda hacer y generar ingresos en países de otras y más desarrolladas economías, por la sencilla razón de no tener este trabajo una alta productividad. Para la producción en masa hará falta una inversión enorme en mecanización y también habrá que contar con un equipo fuerte y una estrategia certera de mercadotecnia. En resumen, se trata de un proceso lento y nada fácil.

Chavrad Chotov está convencido de que la bici para niños “Zorrita” mueve a los chiquillos y a sus padres a hacer paseos más frecuentemente por los parques en el seno de la naturaleza y no olvidarse de que, además de entretenerse con el ordenador, hay una forma mucho más saludable de pasar las horas de ocio; al aire libre y fuera del hogar y la escuela.

Como persona soy un hombre buscador, he cambiado de muchas profesiones y de cosas que he estado estudiando. Concluí estudios en un liceo de idiomas, luego cursé la carrera de Economía Mundial en la Universidad de Sofía, estudié Indología, movido por mi inextinguible curiosidad. Me he desempeñado como comerciante y maestro de esquí, y ello ha acrecentado complementariamente mi cariño por los niños. Actualmente me dedico a confeccionar programas para máquinas de procesamiento de madera con mando informatizado. No dejo de intentar desarrollarme en diferentes ámbitos. Para mí la sal de la vida reside en viajar y en ir aprendiendo constantemente. Espero, con la asistencia de amigos, poder hacer nuestro producto accesible a un mayor número de personas en Internet. El proyecto “Zorrita” no se limita únicamente a las bicicletas, ya que tenemos asimismo la idea de diseñar juguetes para niños con los que desarrollar las facultades motoras de éstos y poder llegar a muchos más niños.

Versión en español por Mijail Mijailov
Fotos: Archivo personal