En 1971, Veselin Nikolov, saxofonista y compositor con inquietudes, fundó en la ciudad de Pazardzhik una de las formaciones de jazz búlgaras más emblemáticas y respetadas. Tres meses después tuvo lugar el primer concierto de "Blancos, verdes, rojos". Petar Dzhurkov - Dzhurkata, pianista, compositor y uno de los fundadores del grupo, que aún forma parte del mismo, habla sobre los comienzos  y los momentos más emocionantes de ese casi medio siglo:

Nuestra formación es combinada: trompeta, saxofón tenor y barítono, guitarra, cantante, etc. Al principio tocábamos en escenarios, pero Veselin Nikolov, nuestro primer mánager, cambió las cosas. Tras el segundo año nos trasladamos a Plovdiv y nuestro repertorio era enteramente jazz. Veselin fue también quien eligió el nombre de la banda. Al principio nos llamábamos "Blancos, Verdes y Rojos", en referencia al título de una pieza de Duke Ellington, “Black, Brown and Beige”. Luego quitamos la "y", y el nombre del grupo se quedó como un sinónimo de los colores de la bandera búlgara. Por supuesto, cada uno tenía sus propios ídolos. Yo, por ejemplo, aprendí de Oscar Peterson y otros pianistas que encabezaban las clasificaciones en esa época. Intentaba tocar como ellos, pero aún así nuestro estilo es otro, que en mi opinión es muy bueno. Entonces la actitud hacia la cultura era distinta: muchos patrocinadores nos tendían la mano porque les gustaba nuestra música. Organizábamos programas con solistas, poetas y actores invitados. Son muchos los recuerdos inolvidables, pero los que más me marcaron fueron tal vez la participación en el Festival de Jazz de Newport en Estados Unidos (1979) y nuestra gira por la India (1980) con festivales en Bombay, Calcuta, Delhi y varios conciertos. Viajamos mucho y regresamos, nunca he pensado en quedarme en el extranjero, porque amo mucho Plovdiv y Bulgaria.

A lo largo de los años, la composición de "Blanco, Verde, Rojo" ha ido cambiando. Durante algún tiempo estuvieron Ognián Videv (guitarra), Teodosii Spasov (kaval), la cantante de jazz Yıldız İbrahimova, etc. Además de los dos significativos eventos transfronterizos mencionados por el Sr. Dzhurkov, la banda ha tocado en docenas de escenarios prestigiosas en Polonia, República Checa, Suecia, Alemania, Marruecos, Rusia, Ucrania, Hungría, Grecia... Los músicos han ganado numerosos premios por su actividad musical. El más reciente lo recibieron hace unos días en el "Plovdiv Jazz Fest '2018". El premio por su contribución al desarrollo del jazz en Bulgaria, otorgado por el prestigioso foro búlgaro, fue entregado a los actuales miembros de la formación, cuyo líder desde 1991 es el guitarrista Veselin Koychev. El programa del festival incluyó un concierto benéfico, un maravilloso regalo presentado por sus alumnos y admiradores: los pianistas Milen Kukosharov y Miroslav Turíiski, los saxofonistas Dimitar Llelev (saxofón alto) y Venelin Georgiev (tenor), Martin Tashev (trompeta), Nikolay Karagueorguiev (guitarra), Alexander Lekov (bajista), Nacho Gospodinov (batería).

Me gustaron mucho los arreglos y la interpretación de nuestras piezas por parte de estos jóvenes músicos, dice Petar Dzhurkov. ¡Geniales! Me alegro, porque los dos pianistas que hicieron los arreglos son alumnos míos. De hecho, todos los que tocaron formaban parte de nuestro entorno. Nosotros encendimos la chispa, y ellos continúan las tradiciones.

El famoso pianista, compositor y líder de banda Milen Kukosharov expresó así su agradecimiento: 

Estoy enormemente agradecido por lo que los músicos de “Blanco, Rojo, Verde” han hecho por nosotros. Y eso en algunos años problemáticos, cuando el país atravesaba una grave crisis económica y espiritual. Al mismo tiempo, todos los que tocamos en el concierto benéfico nos formamos como músicos. “Blanco, Rojo, Verde” organizaba “Talleres de Jazz”, donde nos reuníamos, tocábamos, conocíamos a nuevos músicos y veíamos grabaciones de conciertos. Para nosotros era como una isla en medio de las conmociones del país, las razones de las cuales no teníamos muy claras: éramos muy, muy jóvenes. Entonces ni siquiera nos dábamos cuenta de lo que estábamos recibiendo. Me alegra mucho que hayan logrado construir continuidad, un eslabón perdido en la historia de nuestra sociedad de ese tiempo. Esto sucedió aquí, en Plovdiv.

Versión en español por Marta Ros