Las salas del Museo Regional Etnográfico de Plovdiv resplandecieron con los colores tradicionales del bordado búlgaro. Las formas geométricas, los motivos florales y animales, insólitos a primera vista, en realidad están sujetos a un sistema estricto y revelan la enorme riqueza y variedad de los bordados exquisitos elaborados por las hábiles manos de la mujer búlgara. La exposición, titulada Por los bordados los conocerán, muestra los diferentes tipos de decoraciones de bordados con sus características etnográficas regionales.

Los artículos exhibidos son tanto bordados individuales, como también piezas del traje tradicional búlgaro –camisas, delantales, pañuelos para la cabeza– , adornadas con símbolos tradicionales de las regiones búlgaras −explica Vasil Apóstolov del Museo Regional Etnográfico de Plovdiv− . La exposición se realiza en el marco de un proyecto del Ministerio de Cultura del que forma parte, además, la publicación de un catálogo dedicado al tema del bordado, que será confeccionado una vez acabe la muestra.

El Museo de Plovdiv exhibe parte de una colección de 217 bordados, donada unos años atrás por Elena Tódorova.

Es una de las autoras de un catálogo de bordados que ha inspirado a muchas personas a dedicarse al bordado búlgaro −dice Vasil Apóstolov− . La colección entera es confeccionada por Elena Tódorova y recoge motivos que son característicos para las diferentes regiones de Bulgaria. Hace años, ella y su esposo viajaron por todo el territorio del país dedicándole un año a cada una de las comarcas. Se ha inspirado y ha recopilado información sobre cómo se elaboraban los bordados, sobre su gama de colores en las diferentes zonas, así como sobre las formas en sí de los bordados.

El inicio de la actividad coleccionista del Museo Regional de Historia de la ciudad de Shumen, en el noreste de Bulgaria, se remonta a los años 30 del siglo XX. Unas de las piezas más interesantes de sus fondos, exhibidas en la muestra en Plovdiv, son los bordados que adornan unos lienzos largos y estrechos usados por las mujeres casadas durante un rito singular practicado en algunas de las aldeas de la zona.

En la montaña Ródope, en el sur del país, los bordados son un elemento invariable de la ornamentación de algunos pañuelos rituales nupciales. De forma cuadrada o rectangular, están diseñados para envolver los regalos que se intercambian los prometidos y los novios o para cubrir las manos de la novia cuando abandona la casa de sus padres.



Los pañuelos componen las muestras del Museo Regional de Historia de la ciudad serrana de Smolyan. Son interesantes, asimismo, los pañuelos de boda rituales, llamados rachenik.

Procedentes del Museo Regional de Historia de la ciudad de Burgás, en la costa meridional búlgara del mar Negro, llegaron a la pintoresca exposición los motivos de bordados característicos de los grupos etnográficos de la región del monte Strandzha, en Bulgaria suroriental.

En la muestra se pueden ver objetos utilizados durante la práctica de diferentes ritos, que no cumplen simplemente una función decorativa, sino que tienen aplicación práctica −comenta Vasil Apóstolov y agrega− : Los pequeños visitantes tampoco son olvidados. Últimamente, se empezó a prestar especial atención al rincón infantil de la sala de exposiciones. Los niños pueden colorear motivos de bordados siguiendo los patrones en los escaparates o dibujar sus propios motivos. Además pueden ordenar un rompecabezas temático.

La exposición Por los bordados los conocerán en el Museo Etnográfico Regional de Plovdiv continuará hasta finales de año.

Versión en español por Daniela Radíchkova
Fotos: ethnograph.info