Lo mejor es que hemos hecho un contrato marco para una futura cooperación para crear un centro búlgaro-iraní de producción de azafrán. Nuestra asociación cuenta con 3750 miembros; cada año organizamos seminarios en todo el país, y un centro así nos ayudará a reunirnos en ciertos momentos y compartir información.Por otra parte, esto también significa que en el futuro no buscaremos clientes para el azafrán que produzcan nuestros miembros. Nuestro sueño es producir té de azafrán y diversos dulces, cremas y bebidas con y sin alcohol de azafrán.



Crearemos una cooperativa de productores de azafrán para que reciban los beneficios de la producción vendida. Es el producto que todo el mundo necesita. El mundo ahora se inclina hacia la agricultura biológica y busca productos orgánicos. Respecto a la cosecha de 2018, tengo datos de que en lo que va de año hemos recolectado hasta 500 kilogramos, con previsiones de que la cosecha superará la tonelada.

Uno de los primeros y más experimentados productores de azafrán es Petko Petkov, de Dimitrovgrad:

Me dedico a la producción de azafrán desde 2016. Comencé con 30.000 plantas en el pueblo de Golyamo Asenovo. Sin hacer investigación previa del suelo, resultó que la planta crece muy bien aquí. El capital inicial con el que comencé fue de 8.700 levas. El primer año gestionamos el cultivo en familia, pero el segundo año tuvimos que contratar trabajadores para cosechar y limpiar, porque este es un cultivo que no admite retrasos. Debe limpiarse el mismo día en que se recolecta y dejarse secar. No hay forma de almacenarlo, por eso se recolecta a diario. Una vez cosechados los campos, al día siguiente ya han florecido de nuevo. En dos años logré recuperar mi inversión. Ciertamente, la producción de azafrán puede ser un medio de vida para una familia en Bulgaria. A diferencia del cultivo de frutas, el dinero aquí tiene un rendimiento más alto.

En el noroeste de Bulgaria también se puede cultivar con éxito la flor de azafrán:

Hace dos años que mi hijo y yo producimos azafrán, dice Nikolay Guerchev, de Vidin. Fuimos los únicos de la zona en dedicarnos al azafrán. Salió bien, y este ya es nuestro segundo año de producción. En menos de 1.000 metros cuadrados cultivamos 20.000 plantas, y de momento entre los dos nos las arreglamos para gestionar la producción. Planeamos expandirla; para nosotros, como pequeños productores, es más complicado el asunto del mercado de productos preparados. Espero que a través de la asociación y de la experiencia compartida se desarrolle la producción. Vale la pena intentarlo, hay que ser tenaz.

Nermin Ismail es del pueblo de Oreshnitsa, en la provincia de Kardzhali. Es una de las mayores productoras de cerezas de la región, pero decidió intentar producir azafrán. Nermin fue parte de la delegación que visitó los campos de azafrán en Irán:

En 2016 comencé con la producción de azafrán. Al principio no sabía lo que era, saqué la idea de los medios de comunicación y sentí curiosidad. Me puse en contacto con el presidente de la asociación, el Sr. Tahirov, que me explicó las complejidades de la producción, cómo se cultiva y las áreas en las que se produce. Así que tomé la decisión de cultivar azafrán; alquilé tierras y comencé inicialmente con cuatro hectáreas. Pero este año 2018, he decidido expandir el área a seis hectáreas, ya que las plantas se reproducen muy rápidamente en nuestro suelo fértil.En este momento estamos en medio de la cosecha de azafrán: lo recolectamos durante un mes y faltan otros 10 días de cosecha aproximadamente. Este año las flores tienen una floración increíble debido al buen tiempo prolongado. Espero que todos estén contentos. Todavía hay personas que no conocen esta planta, pero las animo a probar, incluso con 0,1 o 0,2 hectáreas. Durante muchos años en esta región se ha cultivado tabaco, pero no se puede comparar el tabaco con el azafrán. Aquí el trabajo no es muy laborioso. Se cosecha solo un mes al año y durante otro mes hay que dedicarse a separar los bulbos.



La producción es muy valiosa, está muy solicitada en Europa e Irán logra satisfacer solo el 10 % de las necesidades de este mercado.

Versión en español por Marta Ros
Fotos: Sevkie Cakir, archivo personal y BGNES