Angela Gheorghiu y Stephen Costello arribaron a Sofía unos días antes de su concierto del 25 de febrero, tiempo previsto para una rueda de prensa y ensayos con la Filarmónica de Sofía bajo la batuta de Nayden Todorov, su director principal. El programa integrado por arias y dúos de óperas muy queridos por el público y, antes que nada, la fama de la renombrada soprano provocaron la reunión en el Palacio Nacional de Cultura de miles de melómanos y admiradores del arte operístico. Resonaron fragmentos de obras de Verdi, Donizetti, Puccini, Gounod, Bizet, Lehár, entre otros compositores, tras los cuales hubo clamorosos aplausos, varios bises, autógrafos y fotos a guisa de recuerdo de una cita realmente cordial entre el público y los intérpretes. La mayoría de los asistentes admiraron verdaderamente al joven tenor Stephen Costello, de voz hermosa y de comportamiento escénico muy natural. Stephen Costello, nacido en Filadelfia, ha asociado su trayectoria profesional a teatros de ópera como la Covent Garden, la Metropolitan Opera, la Opera Lírica de Chicago. ”Excelente cantante y colega estupendo”, llamó a su colega Angela Gheorghiu. Ha sido ésta la primera visita a Bulgaria para los dos.

Me siento pasmada de que en mis casi 30 años de trayectoria profesional todavía exista un país en que no hubiera cantado y en el cual me estrenaría, dice la cantante en la rueda de prensa. Sin embargo, Bulgaria no es un país tan desconocido para mí. Cuando cursaba estudios en la academia de Bucarest solía ver mucha televisión de Bulgaria. Tengo asimismo mis impresiones de los increíbles cantantes líricos búlgaros que actúan en los escenarios operísticos mundiales. No puedo omitir a la gran Guena Dimitrova con la que he cantado en la Metropolitan Opera. Soy de la generación posterior de cantantes y no he tenido la posibilidad de actuar con Nikolay Guiaurov ni con Boris Jristov pero sí he escuchado interpretaciones de los dos y no he dejado de admirar no sólo a ellos, sino también a otras muchas hermosas voces búlgaras.

A Angela Gheorghiu se le hicieron también multitud de preguntas relacionadas con su debut en 1990 año de la gran crisis económica y política en Rumanía y Bulgaria, como también con su profesión de cantante lírica y sus compromisos con los más prestigiosos teatros líricos del mundo.

Mi voz es parte de mi cuerpo. Desde el comienzo mismo de mis estudios de canto me he mantenido muy atenta en la elección de un repertorio. Me di cuenta de que no debía cantar de manera demasiado larga y en un registro demasiado alto. La voz humana es una herramienta que va madurando de modo natural sin que la forcemos. Algunas personas incluso llegaban a mirarme de reojo cuando yo me negaba a actuar en la interpretación de temas que hacían más pesado mi programa. Estoy convencida de que cuidar de mi voz es también mi profesión y así lo hago cada día. En lo que se refiere a la interpretación en conciertos de un repertorio operístico, me estrené en éste a una edad relativamente temprana. A los 17 años ofrecí un concierto individual en el Ateneo Rumano de Bucarest, a los 18 ya era estudiante en la Academia pero tenía constantemente numerosas actuaciones, participaba en programas de televisión. No puedes ser grande como intérprete si no actúas en concierto paralelamente a las participaciones en las puestas de escena de óperas. La sinceridad es una de las facetas características de mi práctica interpretativa. Creo en cada aria que interpreto. Cuando me coloco en el podio tengo la facultad de cambiar con rapidez mi estado de ánimo, de sumergirme en el estilo que sigue y estudiante en la Academia debía preparar cada mes dos arias y una canción para interpretarlas ante una comisión especial. Estoy acostumbrada a cantar un repertorio flexible y variado. Al comienzo solía hacerlo por la gente que me valoraba y, posteriormente, sólo para las personas a las que les gustaba y apreciaban lo que yo deseaba compartir con ellas. Puedo decir que he obtenido cuanto quería y lo único que ha tenido importancia para mí ha sido el talento. Sólo bastaba con abrir la boca y ponerme a cantar. Desde el comienzo mismo puse el listón altísimo. Jamás accedí a comenzar interpretando un papel pequeñito, en un teatro lírico pequeño. Lo siento pero yo soy así. Y, encima, he tenido muchísima suerte porque siempre me he topado con las personas adecuadas en el momento justo.hacer el nuevo papel. Esto no ha sido jamás un problema para mí. Cuando era

Versión en español por Mijail Mijailov