En el año 2000, el arqueólogo doctor Gueorgui Kitov y su equipo descubrieron en el montículo Roshava Chuka, en las afueras del pueblo de Alexandrovo de la región de Jáskovo, una necrópolis tracia del siglo IV antes de Cristo. Sus frescos y su arquitectura de elevado valor artístico hicieron que descollara por entre el resto de monumentos del patrimonio cultural tracio que se han conservado en las tierras de Bulgaria. Esta necrópolis es, igualmente, la más grande edificación de este tipo, descubierta en Bulgaria.
Con el fin de preservar este monumento del arte y la cultura, el cual ya antes de ser descubierto había sido parcialmente saqueado y destruido por buscadores de tesoros, se creó en sus inmediaciones el Centro Museístico “Arte tracio en el Monte Ródope oriental”. Desde el año 2011 se encuentra incorporado a los Cien sitios de interés turístico nacional .En este centro se ha hecho una réplica “museística” exacta de la necrópolis, la cual, a diferencia de la original, es accesible para vistas turísticas. Para las obras de construcción del centro, el Gobierno del Japón donó 3 500 000 dólares, y para la apertura de aquél, el 15 de mayo de 2009, llegaron personalmente Sus Altezas Imperiales, el Príncipe Akishino y su esposa, la princesa Kiko. La necrópolis de Alexandrovo es un monumento de la cultura de importancia nacional y también postula a ser incluida en la Lista del Patrimonio Cultural Mundial de la UNESCO.
Penko Dobrev, director del Museo Regional de Historia de Jáskovo, resalta que la réplica de la necrópolis que se puede apreciar en el centro de la exposición museística, ha sido recreada en el aspecto arquitectónico y la decoración artística integrales de la necrópolis original. Sólo se ha acortado el pasillo de 14 metros por el que se llega consecutivamente a un local rectangular y a otro, redondo. Ambos recintos se encuentran adornados con motivos y figuras diversas: de animales, guerreros, simples ornamentos. Es igualmente variada la paleta cromática de los frescos.
Sólo son dos las necrópolis abovedadas en que se han conservado los frescos: una es la de Kazanlak , y la otra, la de Alexandrovo, explica Penko Dobrev. Esta última es más espaciosa y en ella se pueden ver escenas de la vida de los tracios, muestras de su indumentaria, de sus métodos en cacerías, de los ágapes y festines, de las batallas, de sus ritos mortuorios. Los dibujos no son esquemáticos como los que se podrían ver en todas partes en los Balcanes. Traen información pormenorizada sobre los tracios y este lujo de detalles transforma la necrópolis en un lugar valioso y único en su género. Encima de la efigie del perfil de un hombre joven hay una inscripción que bien puede haber sido hecha por el primer grafitero en ese lugar o