Si bien los análisis de los resultados de las elecciones al Parlamento Europeo del 26 de mayo en Bulgaria continúan, ya es evidente que los actores principales en aquéllas toman rumbo hacia unas transformaciones importantes.
Los cambios dentro del partido GERB anunciados por su líder, Boyko Borisov, aún no se han desarrollado por completo. La retirada de Tsvetán Tsvetanov, hasta hace poco considerado la segunda figura más poderosa del partido gobernante, es una premisa para enroques en las estructuras del partido, pero también dentro de su grupo parlamentario e incluso en el Gabinete. Según varios sociólogos, a pesar de la victoria electoral del GERB, Borisov no podrá mantener sus posiciones sin hacer cambios ministeriales y sin redistribuir los puestos clave del partido.
Los cambios son inminentes asimismo para los Patriotas Unidos, el socio de coalición del GERB. Las relaciones entre las tres formaciones que componen esta coalición: el VMRO, Ataka y el Frente Nacional para la Salvación de Bulgaria (NFSB por sus siglas en búlgaro), estaban tensas incluso antes de las elecciones, pero ahora desde el VMRO no ocultan que, además de aclarar las relaciones, su agenda incluye el tema de la configuración de la coalición y hasta la existencia de ésta. También agregan que las tres formaciones podrían firmar acuerdos individuales con el GERB. Existe también la opción de reducir la coalición al formato de un Frente Patriótico bipartidista en el que el VMRO y el NFSB participaron en la anterior legislatura de la Asamblea Nacional. Ambas variantes implican cambios pertinentes en el actual acuerdo de coalición vigente entre el GERB y los Patriotas Unidos. Este acuerdo establece la estructura de la coalición gobernante dentro del poder legislativo y del ejecutivo, así como el proceso de toma de decisiones. Ya sea total o parcial, la ruptura de los Patriotas Unidos también implica transformaciones dentro de su grupo parlamentario. Los votos de este grupo en su composición actual, junto con los del GERB (27 + 95), proporcionan a la coalición gobernante apenas un voto sobre el mínimo de los indispensables para una mayoría absoluta, 121.
Esta nueva situación dentro de la coalición gobernante le brinda al Movimiento por Derechos y Libertades (DPS por sus siglas en búlgaro) la oportunidad de recuperar el papel de contrapeso en la vida política de Bulgaria, que ha jugado más de una vez en el pasado. Al igual que el GERB, el DPS tampoco quiere elecciones anticipadas. Lo que sí quiere, según confirmó ante Radio Nacional de Bulgaria un funcionario de alto rango del Movimiento, es un Gobierno tecnócrata enmarcado en el mandato de la actual Legislatura.
A diferencia del DPS, la alianza extraparlamentaria Bulgaria Democrática, clasificada quinta en las elecciones europeas, que pretende ser un centro natural de gravedad del espacio democrático del país, pronostica comicios anticipados dentro de unos meses. Para las elecciones municipales en otoño, buscará asociaciones políticas a nivel local.
La Unión de Fuerzas Democráticas (SDS) también se prepara para los comicios municipales, y lo hace aliándose de nuevo con el GERB. Si la SDS y Bulgaria Democrática se hubieran presentado a las euroelecciones como una coalición y no por separado, el espacio de la derecha clásica del espectro político búlgaro podría haber conseguido dos o tres escaños en la nueva Eurocámara. Sin embargo, es obvio que en el tiempo que queda hasta las municipales tampoco habrá tal unión.
El Partido Socialista Búlgaro (BSP), que encara un congreso extraordinario a mediados de junio, convocado para elegir un nuevo liderazgo, se centra por el momento en sus propios problemas internos. La presidenta dimisionaria de los socialistas, Kornelia Nínova, declaró que con su voto en las elecciones europeas, los búlgaros han demostrado su rechazo a todos los partidos. No obstante, lo más importantes es cuáles serán las conclusiones y el rumbo que tomará el BSP después de elegir su nueva directiva. Los observadores cercanos al Partido Socialista comentan que, además de encontrar una solución a sus problemas internos, éste debería reanudar el diálogo con las demás fuerzas políticas porque no puede seguir existiendo de forma aislada y estar en contra de todos.
Versión en español de Daniela Radíchkova
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