Melódico, refinado, apacible, romántico... Son sólo algunas de las definiciones que podrían caracterizar el nuevo álbum en solitario del pianista de jazz búlgaro Zhivko Petrov. Durante más de dos décadas es uno de los principales músicos búlgaros, que destaca por su sensibilidad rutilante. El además compositor, intérprete y arreglista siempre consigue acaparar la atención de la audiencia. Lo hace con discreción y delicadeza, sólo con la ayuda del piano.

El pianista de jazz trabaja con algunos de los artistas búlgaros del pop y jazz de mayor renombre como Lili Ivanova, Beloslava, Hilda Kazasyán, Orlín Pavlov, Lubo, etc. Sin embargo, siempre encuentra tiempo y un lugar en el tiempo y en su alma para su propia música. Su talento es innegable, y su nuevo proyecto, titulado Ten (en español, Diez), lo demuestra una vez más.

Mi primer álbum en solitario, After 4 (Después de las 4), es mi reverencia a los grandes maestros clásicos −dice Zhivko Petrov−, mientras que en Ten presento diez historias personales que he vivido durante este último año. Mi sensación de este nuevo álbum es que soy yo mismo al cien por cien. En él, la música está en el cruce de las técnicas del jazz y el pop, y las dos últimas piezas son clásicas en su totalidad. Me gusta entretenerme con la música en lo puramente melódico, es lo principal en mi filosofía. Si bien mi primer álbum es sobre todo de sonido clásico, con algunas pinceladas de jazz al final, y cada composición tiene su propia evolución y dinamismo, el nuevo álbum es todo lo contrario. De esta manera estoy cerrando un círculo. En Ten, la música es más relajada y se escucha como una sola pieza. El subtítulo del disco es The silence in between (El silencio en medio)... Me refiero al silencio en medio de los tonos, en medio de la música. En este álbum mi prioridad es el silencio. Lograr captar el silencio en medio de los sonidos que produce, esto es la felicidad plena para un músico.