El concierto final de gala “Los Tres Tenores”, para el que se vendieron todas las entradas mucho antes del comienzo del Festival “Bartok Plusz” en Miskolc, Hungría, se convirtió en un auténtico espectáculo de fuegos artificiales de placer musical. Así percibí el ambiente en el hermoso salón lleno de gente del Teatro Nacional de Miskolc, el concierto de Galeano Salas de Estados Unidos, István Horváth de Hungría y el búlgaro Mihail Mihailov.

El búlgaro debutó con gran éxito frente al público húngaro. Cuando salió a escena para la primera presentación del aria de Lensky “Kuda, kuda” en la ópera “Evgeni Oneguin” de Tchaikovsky, Mihail estaba contenía sus emociones. Después del concierto, explicó que no sabía qué esperar de la audiencia húngara, que se adaptaba de forma diferente para presentarse ante el público eslavo y alemán, por ejemplo. Con cada nueva actuación, se iba “soltando” más y más, y el público húngaro, que en realidad no es frío en absoluto, le respondió de inmediato con un aplauso cada vez más atronador, que acabó con cantos.

La guinda del pastel en el programa del concierto de gala "Los tres tenores" fue la interpretación del Aria de Tonio en la ópera "La hija del regimiento" de Donizetti. Yo ya la conocía por una fuente fiable, pero la audiencia en el teatro no sospechaba nada, y la ingeniosa idea y la divertida actuación de Galeano Salas, István Horváth y Mikhail Mihailov provocaron un estallido de aplausos.

El público húngaro tiene una forma concreta de aplaudir cuando está muy satisfecho con una actuación: en oleadas. Es una sensación muy especial cuando toda la audiencia comienza a aplaudir en sincronía lentamente, va acelerando gradualmente, de repente empieza de nuevo una ola lenta y acelera, etc. Tras el aplauso final, fui a felicitar a los felices artistas en el escenario. Tradicionalmente después de un espectáculo o concierto se reúnen para tomar una copa de champán.

¡Estoy muy contento! Nos han dado una bienvenida muy cálida. ¡Puedo decir que mi primera experiencia en Hungría ha sido muy exitosa! Los aplausos son como en un evento deportivo. Es bastante sorprendente, pero muy agradable. Sientes que tienes fans, te sientes especial. Es una experiencia estupenda, dijo Mihail Mihailov tras el concierto.

Es sabido que en Miskolc y sus alrededores hay muchos búlgaros, descendientes de los jardineros que se trasladaron a Hungría en los siglos XIX - XX. Entre los representantes de la comunidad búlgara se encuentra la sra. María Nikolaeva, que también asistió al concierto.

Soy búlgara y llevo 62 años viviendo en Miskolc, explica. Soy médico; me gradué por la Academia de Medicina de Sofía. He tratado a los húngaros y siempre he pensado en los búlgaros. Aunque no soy escritora, ni poeta, ni músico, ni artista, admiro el arte y me alegra mucho que los búlgaros se presenten en el extranjero. ¡Me arde el corazón cuando oigo que viene un búlgaro! Hace años vino el violonchelista búlgaro Ventseslav Nikolov, cuyo padre era profesor de violonchelo en la escuela secundaria. Desde 2010 estoy jubilada y anhelo que vengan búlgarosy escucharcosas sobre ellos. Habla muy poco, se les oye muy poco. Que vean que nosotros también tenemos personas que pueden mostrar sus maravillosos logros.

Esto añade el sr. Janos Valchev, presidente de la Comunidad Búlgara en Miskolc:

Mi padre era búlgaro, mi madre es húngara. Nací aquí en Miskolc y quiero mucho a los búlgaros y a Bulgaria. Vamos a Bulgaria varias veces al año. ¡Estoy muy contento de ser búlgaro y húngaro! Hay alrededor de 40 familias búlgaras en nuestra ciudad, la mayoría de ellas mixtas. Nos reunimos en las grandes ocasiones: el 3 de marzo, el 24 de mayo y la fiesta de los jardineros en Dimitrovden.

Versión en español por Marta Ros

Imágenes: Bartók plusz operafesztivál